De distracción a objetivo: United busca en Estocolmo su primera Liga Europa
Dijo hace cuatro años José Mourinho que no quería ganar la Liga Europa, que para él sería "una gran desilusión", puesto que era un torneo menor y que su competición era la Liga de Campeones.
Jorge Peris
"No quiero ganar la Europa League", aseguró entonces el técnico portugués después de hacerse cargo del Chelsea por segunda vez en su carrera, en julio de 2013.
"La Champions League es la única competición europea que debemos jugar, y en ella tenemos que dar lo mejor. Sería una gran desilusión disputar la Liga Europa. No quiero que mis jugadores sientan que esa es nuestra competición", añadió.
Ahora, cuatro temporadas más tarde, Mourinho ha cambiado de parecer. La Liga Europa se ha convertido en el objetivo primordial de su equipo en la que ha sido una campaña decepcionante. La segunda competición europea en importancia es su tabla de salvación en su primer curso en Old Trafford y el billete a la 'Champions', la elite del balompié europeo y el torneo favorito del técnico portugués, el año que viene.
Dos empates y una derrota en los últimos tres partidos en la Premier han dejado al conjunto de Mourinho casi sin opciones de acabar la temporada entre los cuatro primeros puestos de la tabla, los que dan acceso a la Liga de Campeones. De ahí la importancia de la Liga Europa para salvar el curso.
Sólo un triunfo en Estocolmo el próximo 24 de mayo frente al Ajax (19:00 GMT) salvará una temporada en la que los 'Diablos Rojos' están a 19 puntos del líder en la Premier y fueron apeados de la FA Cup en sexta ronda. Ni siquiera la victoria en la Copa de la Liga -2-1 sobre el Southampton- lograría salvar el año si no se levanta si no se gana al equipo de Amsterdam en dos semanas.
En su camino hasta la final, los hombres de Mou se han deshecho de Fenerbahce, Feyenoord y Zorya Luhansk en la fase de grupos, Saint-Étienne en dieciseisavos de final, Rostov en octavos, Anderlecht en cuartos y Celta de Vigo en semifinales.
Con la única excepción del duelo ante el Saint-Étienne (victorias en casa 3-0 y a domicilio 0-1), el equipo rojo de Mánchester ha tenido más problemas de los previstos para doblegar a sus rivales, y su fortaleza y seguridad en el estadio de Old Trafford -6 triunfos y 1 empate en 7 partidos- ha sido clave para sentenciar las eliminatorias.
La portería del Manchester United, con dueño en la Premier -David de Gea-, cambia de inquilino en la Liga Europa, competición en la que Mourinho apuesta por Sergio Romero. El guardameta argentino, sin apenas minutos desde su llegada al club, se ha reivindicado los jueves, y, con varias actuaciones de mérito, ha evitado más de un disgusto de su equipo.
En la defensa, sólo el ecuatoriano Antonio Valencia en la derecha y el marfileño Eric Bailly en el eje de la zaga parecen tener sitio fijo. Las lesiones de Chris Smalling y Luke Shaw han hecho que Mourinho apueste por Daley Blind y el lateral derecho reconvertido Matteo Darmian, con resultados positivos.
En el centro del campo, Paul Pogba, el futbolista más caro del mundo, acompaña al belga Marouane Fellaini y al español Ander Herrera, mientras que Michael Carrick espera su oportunidad en el banquillo cuando hay que darle pausa al partido.
El armenio Henrikh Mhkitaryan y el canterano Jesse Lingard se han asentado en la media punta en las últimas semanas, al tiempo que la lesión de larga duración de Zlatan Ibrahimovic ha abierto las puertas de la titularidad al jovencísimo Marcus Rashford, que ha respondido a la confianza de Mourinho con un gol y una asistencia en las semifinales ante el Celta.