Los cupos vuelven a maniatar al Málaga
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El salario Liga, que lo es y mucho, no es el único condicionante que atenaza el Málaga en vistas a la planificación de la temporada que viene. “Va a ser un mercado más difícil”, viene repitiendo el director deportivo Francesc Arnau. El Málaga tiene un buen número de situaciones por resolver, 'sólo' ha firmado a Adrián por el momento y sigue a la expectativa con Sandro, aunque ya esboza las líneas maestras del proyecto sin contar con el canario. El tope salarial obliga a verdadera ingeniería económica, pero también habrá que hacer malabarismos en lo relativo a los cupos de extracomunitarios.
No es la primera vez que ocurre ni será la última. En las últimas dos ventanas el Málaga se ha encontrado con problemas manifiestos con las fichas de extranjeros. Hace un año la llegada de Michael Santos, unida a la permanencia en la plantilla de Rosales obligó al club a ‘regalar’ a Ochoa al Granada asumiendo la mayor parte de su ficha pese a terminar contrato este 30 de junio. En invierno, Peñaranda llegó en los albores del mercado, Weligton dejó su ficha y el Málaga volvió a perder la opción en todo el plazo de fichar a un foráneo.
La situación, de primeras, es similar en el recién iniciado mercado estival. El Málaga cuenta con las tres fichas ocupadas con Rosales, que tramita desde hace meses su nacionalización, Michael Santos, con opciones de salir cedido, y Peñaranda, con un año más de préstamo e igualmente con el futuro en el aire. Esta situación obliga a poner en 'stand by' posibles fichajes de extranjeros. De hecho, uno de los nombres vinculados en las últimas fechas al Málaga, Philippe Sampaio, central brasileño del Boavista, no tendría sitio, entre otras cosas, por no contar con pasaporte comunitario. De hecho, su agente estuvo este lunes en La Rosaleda reunido con el club y fue la argumentación que se le dio desde el otro lado de los escritorios.