Con motivo del 120 aniversario del primer partido oficial del germen del fútbol como novedad en tierras malacitanas, el Málaga CF reunió este miércoles a varios protagonistas en una mesa redonda en el Centro Cultural La Malagueta -a escaos metros de donde se jugó en 194 aquel partido al que asistieron 3.000 curiosos- para avivar recuerdos. El entrenador del último ascenso a Segunda en 1998, Ismael Díaz, y un técnico más actual, muy querido por su estilo y buenos resultados como es Javier Gracia, compartieron anécdotas con los exfutbolistas 'Boquerón' Esteban Vigo (mítico del CD Málaga) y José María Movilla.
Este último, jugador de dilatada experiencia en Primera con Atlético de Madrid, Real Zaragoza o Rayo Vallecano, no se olvida de quién le dio la oportunidad de catapultar su carrera deportiva. Fue Ismael Díaz quien pidió su fichaje cuando era un extremo suplente en el Ourense. Un año antes trabajaba de basurero y a veces, limpiando en los alrededores del Vicente Calderón, soñaba si algún día jugaría allí. En 2001 lo logró. Fue en el Málaga CF donde Movilla se hizo un nombre, aunque en la posición de centrocampista.
Cuenta con gracia y sin tapujos Ismael Díaz lo que le dijo Movilla en uno de sus primeros entrenamientos, nada más llegar: “Me dijo: mister, mañana ganamos, yo no vuelvo a la basura. Porque trabajaba de basurero el año anterior”. El exfutbolista madrileño forma parte de la dirección deportiva de la AFE, aunque se sacó el título de entrenador UEFA Pro a la par que varios futbolistas legendarios de LaLiga como el vigente campeón del mundo Lionel Scaloni, Fernando Redondo o el exmalaguista Saviola.
Movilla se retiró con 40 años y una carrera envidiable. Fueron 612 partidos como profesional, dos ascensos con el Málaga desde 2ºB a Primera, un ascenso a Primera con el Atleti, una Supercopa y una Copa del Rey con el Zaragoza, su último club.
"Haber estado aquí es importante para mí. Málaga me lo ha dado todo. Ismael me trajo y conseguimos dos ascensos seguidos. Yo he sido jugador de fútbol por el Málaga y por los ascensos. Si no llego a pasar por Málaga no hago esa carrera en Primera División", ha recordado con cariño.
De ese Málaga, primero de Ismael Díaz y luego de Joaquin Peiró, habla maravillas: "Éramos futbolistas con hambre para triunfar, un grupo que se quería y tenía una unión con la afición de Málaga, que es de las mejores que tenemos en España".
Entre anécdota y anécdota, el madrileño tiene para contar un libro. Comprobó la presión y la exigencia de la hinchada malaguista cuando puso pie en tierra malaguista. "Llegué y en el tercer partido vi un “Movilla, cabrón, vete del Málaga” pintada en mi coche. Luego la cosa acabó en simbiosis con la grada y la afición".
Una de las curiosidades no conocida por todos es su devoción casi involuntaria por Jesús Cautivo: "Soy cofrade del Cautivo desde que llegué, desde que me puse la camiseta del Cautivo que me regaló un aficionado tuve esa camiseta toda mi carrera deportiva, por superstición y también por creencia de todo lo que había vivido aquí". Le acompañó durante cientos de partidos, como en la siguiente fotografía, tomada hace unos años en un Málaga-Rayo Vallecano.
También opinó de la actualidad del Málaga CF: "El equipo está haciendo una muy buena temporada. Vemos unos números muy importantes del Castellón, un equipo muy sólido. Para mí son las dos plantillas más fuertes de este grupo. Ojalá puedan pinchar y el Málaga esté a la par. El mister, Pellicer, es bastante sensato y cauto. Y el público lo está dando todo".
"La competición en sí... cuando la hicieron, pensaron hacerla en un sentido diferente. Pensaban que estarían los cabezas de grupo, el Hércules, el Córdoba o el Dépor y hacer una tercera división muy profesional. Pero creo que le falta potencial porque hay equipos con una deuda desorbitada. Deberían mirarlo, porque no están compitiendo a la par como nuestro Málaga. Apostaron por profesionalizarla y al final se ha quedado en la nada. No creo que la Primera RFEF tenga el empaque que querían que tuviera".