Fabián, el palaciego que apunta a imperial

'El que tiene el duro es quien puede cambiarlo', axioma taurino que se ajusta como un guante al centrocampista de Los Palacios y Villafranca Fabián Ruiz, quien a base de despliegue, fútbol, goles y omnipresencia ha pasado de no ir convocado a ser una de las revelaciones del Betis de Quique Setién.

Zancada, ocupación del campo, corte, visión, verticalidad y tiro son virtudes de este mediocentro de 21 años que, tras no contar en los primeros partidos del año, ya estuvo en la foto del aldabonazo bético en el Santiago Bernabéu (0-1) y se desató en el partido total que ayer completó en el Benito Villamarín ante el Levante (4-0).
Siempre apuntó en las categorías inferiores, pero su apariencia de 'fideo', con 1.89 de estatura, y cierto aire tímido y pusilánime a la hora de decir 'aquí estoy yo' pudieron lastrar su auténtica proyección de futbolista, la que cimentó la pasada temporada en su cesión el Elche, donde jugó dieciocho partidos y marcó un gol.
En tierras ilicitanas, el palaciego experimentó, además, una clara metamorfosis de su físico a base de muchas horas de gimnasio; y en su juego, por los partidos jugados y la confianza adquirida, la que le permitió su regreso a Heliópolis para probar a las órdenes del nuevo proyecto de Lorenzo Serra Ferrer y Quique Setién en el banquillo.
Ya en pretemporada, Fabián Ruiz apuntó y desplegó el catálogo de virtudes que ha enseñado en los dos últimos partidos ligueros, entre ellas el despliegue físico, el desparpajo y el disparo desde fuera del área.
Con idéntica forma de proceder, escorarse hasta que se abre el hueco, el canterano bético ya ha logrado un gol ante el Inter de Milán, anoche el de la tranquilidad ante el Levante y uno frustrado ante el Real Madrid por una gran mano de Keylor Navas.
Tras el segundo gol de anoche ante los de Juan Ramón Muñiz, hubo un gesto que no pasó desapercibido para nadie y fue el de que, cuando Fabián se fue a la esquina a celebrar el gol con los casi cincuenta mil béticos y sus compañeros, allí estaba la cabeza cárdena de Setién para abrazarse a su jugador.
Con "los vellos de punta" por haber hecho realidad su sueño, el de Los Palacios reconoció tras el partido que vio en la esquina a Setién y que era un gesto que no se esperaba, y que el cántabro le felicitó por el gol y le dio la enhorabuena "por el partido que estaba haciendo".
Pese a las rimbombantes declaraciones de muchos entrenadores a principios de todas las pretemporadas, Setién ha demostrado hasta el momento en el Betis que no le duelen prendas a la hora de apostar por jugadores de la cantera y de hacerlo en cualquier circunstancia, como darle la camiseta de titular al colombiano Juanjo Narváez, convocar al centrocampista de 19 años Julio Gracia; o poner de principio en el Bernabéu a Fabián y al delantero Francis Guerrero.
Los puso a ambos en sustitución de dos de los puntales de su equipo, el capitán Joaquín Sánchez y el centrocampista mexicano Andrés Guardado; y ambos le respondieron con una aportación notable a la victoria bética ante los de Zinedine Zidane.
Setién le dio anoche continuidad a Fabián en el once titular por su labor ante el Real Madrid y, quizás, por la baja por lesión de Víctor Camarasa, aunque el de Los Palacios se agarró como un poseso, lejos ya la pusilanimidad, a la nueva ocasión que se le presentaba y bien que no la desaprovechó: estuvo en todo, marcó y apuntó a un jugador de jerarquía, imperial.