Que victoria sea sinónimo de costumbre en el Betis
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Se va un 2017 que para los béticos ha vuelto a ser un año de desilusiones y decepciones que pero que tiene una luz de esperanza, verde en este caso, a la que aferrarse. Una luz por tener unos mejores mimbres para afrontar un 2018 expectante y decisivo, porque el bético necesita ser feliz y no sólo por ser bético. Cuando victoria debe convertirse en sinónimo de costumbre. Cuando la costumbre en Heliópolis sea irse a casa con otra victoria.
Porque ganar en Málaga fue más que una victoria, más que tres puntos. El paso para volver a creer de verdad en un proyecto que ante el Athletic, para despedir el año, va a tener su examen final. Una noche para que las palmas que se escuchen en el Benito Villamarín tengan su sentido y no sean de cachondeo. El Betis, este Betis, no puede ser de cachondeo ni un día más.
Y como hay mimbres para creer en este Betis, es el día de que las fiestas navideñas sean muy felices. El club, cuerpo técnico, jugadores y afición. Como la canción de Maluma, felices los cuatro. Porque si el Betis gana, el bético sí es feliz. Ya sea con lesionados, con Jordi Amat como pivote o con Joaquín como jugador-capitán-presidente... o de lo que haga falta.
Quique Setién no ha dado señales de bajón a pesar de los malos resultados, sino todo lo contrario. Y tras ganar en Málaga tiene la oportunidad de afianzar su idea. El Athletic, rocoso pero mucho menos Athletic que el de otros años, llega a Heliópolis con la intención de hacer sangre y con Raúl García y Aduriz como los buenos vinos. Sí, Aduriz. Y si lo hace Aduriz, ¿por qué no lo puede hacer en enero Rubén Castro?
El derbi ya llegará
Pero hasta enero aún faltan varios días y este viernes es muy importante. El Gordo de la Lotería al margen, el gran premio para el bético es volver a ganar. Ver a Sergio León celebrando goles, ver a Joaquín como Pedro por su casa por el césped, ver a Feddal como capitán general de la defensa. Ver muchas cosas buenas en el Betis, como un estilo con matices que agrada a Setién y donde el pelotazo, cuando sea, también es un regalo para la vista.
Setién tiene la opción de repetir once por primera vez en la temporada tras la recaída de Javi García. El derbi no interesa aún y los tres apercibidos (Feddal, Amat y Mandi) jugarán sin miedo a sanciones. Pero Setién raro es el día que no hace alguna prueba en el once. Si en Málaga fue bien, mejor no tocarlo.
Y se va 2017, otro año de desilusiones en Heliópolis. Pero esa luz verde que planea por La Palmera tiene más fuerza que otras veces. Esos 52.000 locos de la cabeza, algunos más que otros, tienen la fe en que su Betis se acostumbre a ganar siempre. Eso sí que tiene premio gordo.