La intrahistoria (y la explicación) del tifo más importante de la historia del Betis

El Benito Villamarín -tal y como lo conocemos- fue testigo de su última noche europea, nada menos que en unas semifinales de Conference League. La ocasión merecía algo a la altura, en lo que fue uno de los partidos más importantes de la historia del Real Betis, y es por ello que todos los estamentos del club trabajaron a destajo para brindar al equipo el mejor recibimiento posible. Con un tifo y un mosaico que trazaron una imagen de ensueño ante más de 60.000 almas.
El tifo apeló a las grandes noches del Betis
La grada Gol Sur 1907 realizó un tifo muy emotivo, recordando las noches más gloriosas de la entidad. El capitán Unamuno, con la Liga de 1935, Esnaola con la Copa del Rey de 1977, Dani celebrando el gol decisivo de 2005 y Juan Miranda festejando el penalti decisivo en la final de 2022 contra el Valencia.
Además, el club repartió cartulinas verdes y blancas por todos los sectores del estadio, poniendo su granito de arena a ese ambiente mágico, formando un mosaico con el eslogan central de "Betis Alé".

Con un estadio en el que no cabía un alfiler, habiendo colgado el cartel de "No hay billetes", el Betis buscaba ante los suyos seguir haciendo historia en su primera semifinal europea y le tocaba hacerlo ante un hueso duro de roer, el equipo de Raffaele Palladino, subcampeón de las dos últimas ediciones de la Conference League, que aterrizaba en la ciudad acumulando nueve partidos sin perder entre Europa y la Serie A.
Son las terceras semifinales de Conference League. Y siempre pasó a la final. El conjunto italiano persigue mantener esa tendencia positiva en este torneo que conoce tan bien pero que le es esquivo, pues perdió ambas ante el West Ham y Olympiakos, en 2023 y 2024, respectivamente. Ahora, el Real Betis tratará de evitarlo. Y por eso la afición quiso jugar un papel clave en la eliminatoria.
Campeón NO, manqueperdedor, no vengáis con los universos para-lelos, criaturitas.