60 horas en caravana para ver al Betis en Wroclaw: "No teníamos ni entrada"

Dicen que el amor todo lo cura. Que el desengaño, el peor de los males y hasta los obstáculos, se arreglan con una pizca de la locura. Y es que el amor es esa chispa que le da sentido a la vida, la esperanza de una lucha constante, el acicate para nunca rendirse. Una pasión que en este caso alcanzará su cénit en Wroclaw un 28 de mayo. Y es que el Betis es como la vida misma. Una religión, una pasión que te carcome, que te mantiene preso, pero también un amor. Aquello que te agarra y nunca, nunca, te deja escapar. Por eso hay quien hace lo indecible por estar junto a su equipo en la final de Conference League contra el Chelsea.

La locura es una enfermedad tan típica del Betis que los que no la padecen nunca van al cielo. Una manera diferente de vivir la vida que, como el amor, no necesita ser entendida, únicamente ser demostrada. A esa religión rendirán culto cinco 'locos' que recorrerán más de 4.000 kilómetros en autocaravana para volver a su equipo en Europa. Salieron el lunes de Mallorca, viajaron hasta Barcelona en avión y en Sant Boi recogieron la caravana. Francia, la fronteras de Suiza o República Checa, una travesía por Alemania...

30 horas de viaje en la ida y otras 30 en la vuelta. Es la historia de Carlos, Carlos hijo, José Antonio, Carlos y Maki, cinco aficionados residentes en Mallorca que emprenderán 60 horas de viaje, entre la ida y la vuelta, por ver tal de apoyar al Real Betis en la gran final. La primera opción fue desestimada, por culpa del desmesurado precio de los vuelos, de ahí que buscasen una alternativa más asequible. Su historia la cuentan en ElDesmarque.

Una caravana, 5 béticos y una bonita historia

"Miramos la opción de ir en vuelos después de ganar a la Fiorentina en el Villamarín, uno ya se hacía la idea o tenía el pellizquito del corazón y fuimos mirando los billetes, pero estaban desorbitados. Tengo amigos que han pagado un pastizal", explicaba argumentaba José, uno de los precursores de esta historia.

"Estuve mirándolo con mi padre, antes del partido cogimos los billetes directamente desde Mallorca, pero lo hicimos con cancelación y una vez que pasamos a Jose se le ocurrió lo de ir en caravana, miramos bastantes vuelos pero la situación más agradable para todos fue coger la caravana. Sabíamos que teníamos que ir fuese como fuera", relata Carlos junior, un mallorquín que se enamoró del Betis gracias a la herencia que le dejó su padre.

"Yo no sabría explicarte lo del Betis, sí que es verdad que ellos son mucho más mayores y tienen más años junto al Betis, pero yo he crecido viéndolo en Segunda, me acuerdo de verlo jugar contra el Mallorca", explicaba.

Aunque el tiempo les ha brindado la recompensa, lo más inverosímil es que estos cinco aficionados planificaron el viaje... ¡Sin tener entrada! "El viaje lo organizamos sin tener entradas, hasta hace dos días. Ya por fin las tenemos, así que vamos tranquilos y con ganas".

Un premio al sacrificio de tantos años "sufriendo", de ahí que algunos no puedan evitar las lágrimas. ¿Quieres conocer su historia completa? Puedes verla en el vídeo de arriba.