El Infantil del Betis campeón de España en el 89 homenajea a Mani y Benítez
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Un nutrido grupo de jugadores se juntó con Mani y recordó al fallecido Antonio Benítez
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La cantera del Real Betis vive uno de sus momentos más dulces, gracias a la decidida apuesta del club, con títulos como el de la pasada temporada en la Copa de Campeones juvenil y muchos jugadores debutando con el primer equipo. Y el pasado no fue menos pese a que había muchos menos medios. En esa época de carestía de los ochenta y noventa, dos figuras resultaron fundamentales en la captación y crecimiento de los canteranos: Mani y el tristemente fallecido Antonio Benítez. Ambos guiaron la evolución del Infantil que se proclamó campeón de España en el 89 y al que la entidad heliopolitana rindió tributo hace unos años.
Ahora, esa quinta de futbolistas ha querido devolverle el cariño y el agradecimiento a esas dos figuras que tanto supusieron en sus trayectorias. Una buena parte del equipo campeón se reunió ayer para homenajear a dos entrenadores de cuya maestría aprendieron muchas generaciones de canteranos del Real Betis.
Tadeo, capitán de aquel equipo campeón; y Patri, futbolista que destacara especialmente en el fútbol nacional tras su millonario traspaso al Atlético de Madrid de Jesús Gil; encabezaron un grupo en el que, entre otros, se dieron cita los José Luis, Robles, Juan, Melli, López Hidalgo, Brenes, Cabeza o León. Como si el tiempo no hubiera pasado, todos ellos se juntaron con José Emilio del Pino, entrenador de aquel equipo que se impusiera al Espanyol por un cómputo global de 3-1 en la final del Campeonato de España.
Antonio Benítez, leyenda verdiblanca
Antonio Benítez, quien falleciera hace unos años, estuvo representado en el acto por su hijo, quien también formara parte de la cantera del Real Betis. Antonio Benítez fue una de las grandes leyendas de la historia del club y formó parte del equipo campeón de la Copa del Rey del 77, el primer título de Copa para la entidad. Tras retirarse como jugador pasó a integrar el organigrama de técnicos de la cantera verdiblanca comandando el Alevín, precisamente el primer equipo que en aquella época tenía la entidad.
Benítez, un dechado de técnica y arte futbolístico, hizo gala de una gran visión en la captación de futbolistas. Su capacidad de selección fue contribuyendo al buen hacer de los equipos del Betis en los campeonatos de Andalucía y España. A partir de ahí, las generaciones pasaban a la categoría infantil, donde Germán Vaya Ballabriga los terminaba de modelar.
Los niños del Mani
Mani, como se le conoce popularmente, disponía también de un tremendo olfato para los buenos futbolistas y entre ambos ya habían consolidado también a la quinta que dos años antes, en 1987 se había proclamado también campeona de España. Aquella formación, que arrasó en la final al Racing de Santander por 12-1 en el marcador global, pasó a la posteridad con el apelativo de los niños del Mani.
Ahí sobresalieron dos nombres con luz propia: el tristemente fallecido Luis Márquez, Chúster en aquella época; y Ángel Cuéllar. Dos grandes futbolistas en la historia del Real Betis que integraron el equipo que ascendió a Primera División con Lorenzo Serra Ferrer en el banquillo y que en la temporada del regreso a la máxima categoría finalizó en tercera posición.
Tras dejar la disciplina del Real Betis, Mani pasó a formar parte de la red de ojeadores del FC Barcelona en la zona sur de España y desde ese rol descubrió a futbolistas como Iniesta, Ansu Fati o Bryan Gil, entre otros muchos.