La postura opuesta de Real Madrid y Rayo Vallecano ante la indignación con los árbitros

Este fin de semana ha dejado en evidencia las carencias del arbitraje español. Las actuaciones de los colegiados en varios partidos de LALIGA han terminado de indignar a muchos clubes de nuestro fútbol, que han dado un paso adelante emitiendo sus quejas de forma oficial. El Deportivo Alavés o la Real Sociedad han salido en redes tras sus respectivos choques para demostrar su descontento con los trencillas.

Y es que las protestas con el estamento arbitral han dejado de ser un tema de colores o bandos. Existe unanimidad en la falta de un criterio unificado y la sensación es que en cada partido, en función del árbitro de campo y de VAR que haya y, prácticamente, en cada jugada, se pitan cosas diferentes.

El Real Madrid y el Rayo Vallecano son otros de los clubes que se han sentido gravemente perjudicados durante la jornada 24 de LALIGA, pero la postura de ambos es muy diferente.

El Real Madrid declaró la guerra al arbitraje

En la entidad merengue, la paciencia pareció agotarse a principios de este mes de febrero. Si bien, como defendió Manu Carreño en ElDesmarque Madrugada "los grandes son los que menos motivos tienen para quejarse", en la casa blanca creen que existe un sesgo negativo a la hora de arbitrarles.

Por ello, entre otras cosas, declararon la guerra abierta al arbitraje. Y lo hicieron mediante la publicación de una queja formal tras la derrota ante el Espanyol y la dura entrada de Carlos Romero a Kylian Mbappé.

En el escrito, los madridistas hablaban de la necesidad de un cambio sustancial de la estructura del arbitraje, proponiendo un organismo independiente al estilo de la Premier League.

Esas reformas, junto a las protestas por algunas de las últimas acciones que les han venido en contra, se las trasladaron a Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, y Clos Gómez, responsable del VAR, in situ en una reunión en la sede de la RFEF.

Su actitud de descontento también ha sido transmitida con palabras. Carlo Ancelotti se encargó de dejarlo claro en El Sadar. Primero, desde el área técnica y después, irónico, en la rueda de prensa. "No quiero meterme muy adentro ahí, porque quiero seguir en el banquillo", deslizaba el italiano.

El Rayo Vallecano se muerde la lengua

El Rayo Vallecano cayó durante la noche del lunes ante el FC Barcelona en Montjuic y Melero López y Díaz de Mera acapararon todos los focos. Anularon un gol al conjunto franjirrojo por fuera de juego posicional de Rany Nteka. Aceptable. Pitaron un penalti a Pathe Ciss por un agarrón sobre Íñigo Martínez. Aceptable también.

Pero lo que no se comprende es que, con ese mismo criterio, no se señale uno de Héctor Fort sobre Mumin en el otro área.

Desde la entidad de Vallecas, tras el encuentro abogaron por morderse la lengua. "Entiendo lo difícil que es ser árbitro, es la única persona que no tiene a nadie quién le ayude. Partiendo de esa empatía, tengo una opinión de lo que sucede en cada partido y me mantendré en la línea de no hablar de ello", pronunciaba Íñigo Pérez."Cada uno actúa como debe o cree. Si te enfrentas al árbitro no encuentras nada y si estás junto a él, es más fácil que te den algo. Es por un gesto empático, pero tengo mi opinión del partido, evidentemente", añadía el técnico.

Batalla continuó con la misma línea. "No me gusta hablar mucho del arbitraje. Después lo veré, que ahora no lo vi. Sí creo que hay acciones en las que... Bueno, dije que no iba a hablar y no voy a hablar", rectificó el guardameta.

"No voy a hablar del árbitro...".

❗️ Batalla, portero del @RayoVallecano, tras la derrota en Barcelona.#LALIGAEASPORTS #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/QnJPW1CZKR

— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) February 17, 2025

"Es una cuestión de respeto, todos hacemos nuestro trabajo. A vece sale mejor y a veces sale peor. No me callo por las consecuencias, soy un tipo que dice las cosas de frente, pero hoy no tengo ganas de hablar", completaba el argentino.