Del Villarreal de 2010 al Valencia de 2025: el curioso paralelismo que une a Xabi Alonso y Vinicius por un penalti
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En 2010, Xabi Alonso lanzó un penalti que enfadó a Cristiano Ronaldo
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Xabi Alonso firma el mejor arranque de temporada del Real Madrid en el siglo XXI
Quince años después de aquel famoso penalti con el Real Madrid ante el Villarreal, Xabi Alonso volvió a encontrarse en el centro de una escena casi idéntica, pero esta vez desde el banquillo. Si en 2010 fue él quien insistió en lanzar y enfadó a Cristiano Ronaldo, en 2025 fue Vinicius quien pidió el balón a Kylian Mbappé, el tirador designado, en pleno Bernabéu.
Xabi Alonso y Cristiano, el primer capítulo en 2010
21 de febrero de 2010. El Real Madrid ganaba 5-2 al Villarreal y el equipo blanco disponía de un penalti. Cristiano Ronaldo, el lanzador habitual, cedía a regañadientes ante la insistencia de un Xabi Alonso que aún no había marcado como madridista. El tolosarra convertía el gol, pero el portugués se marcha enfadado y evita la celebración. Las cámaras captaron su rostro serio mientras Xabi lo buscaba entre los abrazos. Aquella escena marcó un episodio curioso de jerarquía y liderazgo dentro del vestuario.
Vinicius y Mbappé repiten el guion en 2025
Anoche, 1 de noviembre de 2025, el Bernabéu fue testigo de una historia que parecía escrita en espejo. Con el Real Madrid goleando al Valencia, el árbitro señaló penalti antes del descanso. Kylian Mbappé, autor ya del primero desde los once metros y a un gol del hat-trick, cedió el lanzamiento a Vinicius, que pidió el balón con decisión.
Antes del disparo, Mbappé se acercó al brasileño y le dio un consejo: “Tira por su derecha”. Vinicius obedeció, pero Julen Agirrezabala le adivinó la intención y detuvo tanto el penalti como el rechace posterior de Arda Güler. En la banda, Xabi Alonso observaba la escena con gesto contenido.
Tras el partido, el técnico zanjó cualquier polémica: “Nosotros asignamos los lanzadores y Kylian es el primero. Luego toman decisiones. A mí me gusta que marquen los penaltis”. Palabras que, inevitablemente, evocan aquel recuerdo de hace 15 años, cuando el propio Xabi protagonizó la misma situación desde el otro lado.