Santi Cañizares critica el gesto de Vinicius a la afición en San Mamés: "Tiene que respetar a la grada"

El Real Madrid se llevó los tres puntos de San Mamés ante el Athletic. Un doblete de Mbappé y otro de Camavinga dieron el triunfo a los de Xabi Alonso un mes después en LALIGA.

Todo en un partido donde Vinicius volvió a ser protagonista. El brasileño, que hizo un gran partido pese a no ver portería, fue sustituido en la segunda parte.

La afición del Athletic lo despidió con pitos, a lo que el brasileño respondió con un tres en un mano en relación a los tres tanto que habían recibido los de Valverde. Algo que no gustó en la parroquia athleticzale.

Santi Cañizares y el gesto de Vinicius a San Mamés

El gesto en cuestión ocurrió a los 70 minutos de encuentro. Por entonces el cuadro blanco ya ganaba 0-3 gracias a una actuación estelar de Kylian Mbappé, que anotó dos goles y dio la asistencia a Eduardo Camavinga en otro.

Vinicius no había tenido protagonismo directo en ninguno de los goles, pero le dio igual. En una acción defensiva, cerca del córner, se picó con la afición local y no dudó en enseñarles un tres con los dedos. No fue un gesto esporádico ni rápido, sino que lo mantuvo durante varios segundos. De hecho, reculó unos metros respecto a la grada, esbozó una sonrisa y volvió a enseñar los tres dedos. La hinchada reaccionó con insultos y gestos desde la grada.

Santi Cañizares opinó en El Partidazo de Cope sobre el gesto de Vinicius. "La gente evidentemente no está bien. Siempre va a haber un sector de la afición que no respete al jugador. Pero la crítica debe ser al jugador, debe respetar al público", dijo el ex guardameta.

"Es complicado defender la educación de Vinicius en un campo", sentenció.

Vinicius y el abrazo con Xabi Alonso

El Real Madrid firmó un muy buen partido en San Mamés, en el duelo ante el Athletic adelantado de la 19ª jornada de LALIGA. Los de Xabi Alonso se han llevado los tres puntos después de ganar 0-3, con dos goles de Kylian Mbappé y uno más de Eduardo Camavinga.

Vinicius Jr no marcó, pero dejó muy buenas sensaciones, una gran sociedad con el '10' blanco y un intenso pique con la afición rival. Fue sustituido a falta de 15 minutos para el final del encuentro, pero lejos de lo que se vio, por ejemplo, en el Clásico del pasado mes de octubre, no puso ninguna mala cara.

De hecho, nada más cruzar la línea lateral del terreno de juego se fundió en un abrazo con el entrenador para escenificar el nuevo panorama que se dibuja en el vestuario del Real Madrid.