Rozada reconoce que pensaba que sería el sustituto de Anquela
El trabajo de Javi Rozada al frente del primer equipo del Real Oviedo comienza a dar sus frutos. Tras la contundente victoria ante el Girona, el conjunto carbayón abandona los puestos de descenso que ocupa desde la primera jornada del campeonato, y las sensaciones son bien distintas a las de hace tan solo unas semanas. El técnico es uno de los principales culpables del lavado de cara, un premio merecido a su trabajo, aunque él mismo ha reconocido que esperaba dar el salto la pasada temporada.
En los compases finales de la misma, a únicamente siete jornadas para que el campeonato echara el broche, el Real Oviedo destituyó a Juan Antonio Anquela. El equipo, que aún tenía opciones de clasificarse para los play off de ascenso a LaLiga Santander, había logrado una única victoria en ocho partidos. Fue entonces cuando Javi Rozada pensó que su momento había llegado: "Pensé que sería el entrenador; fue un momento duro", reconoce en una entrevista a 'A Fondo' de La Nueva España.
"Era un momento bueno, el equipo tenía muchas opciones de play off y creo que de haber podido entrenar al equipo podría haber ayudado. Fue un día muy duro ese lunes. Me dolió. Cuando no te ponen de entrenador del primer equipo tú dudas de si el club tiene confianza. Estás en un filial pero aspiras, como los jugadores, al primer equipo", insistía Rozada, en declaraciones a El Comercio.
Y es que en la planta noble del Carlos Tartiere no compartían la opinión del actual técnico carbayón. Más bien se optó por un viejo conocido de la parroquia azul, Sergio Egea, que temporadas antes había completado un papel más que aceptable dirigiendo al Real Oviedo. Pero la apuesta por el técnico argentino no fue acertada, el equipo se quedó fuera del play off y esta temporada, era destituido en la quinta jornada tras sumar únicamente un punto de 15 posibles. Llegaba la hora de Rozada.