El triunfo de la experiencia

Rendimiento inmediato. Odegaard a Portu, el murciano acelera, frena, recorta, se la devuelve al noruego... y gol. La Real Sociedad se llevó el triunfo de Mallorca (0-1) en un choque que no fue bueno y en el que lo mejor fue el resultado. Había que ganar y ahora toca seguir creciendo. Hay calidad, jugadores importantes y una plantilla profunda. Hace falta que todo termine de encajar y habrá muchas alegrías por cantar esta temporada.

Los de Imanol vencían en Mallorca 16 años después y en vísperas de un derbi vasco, y dejan al equipo con cuatro untos en dos jornadas, ambas lejos de su estadio. 

Estos son los partidos que hay que ganar y que a final de temporada te marcan el estar más arriba o más abajo. No se ganó con brillantez, pero sí por experiencia y calidad.

El Mallorca jugó a dejar 'jugar' a la Real pero se encontraron con un zarpazo que no esperaban. Toca seguir trabajando y arreglando varios aspectos como la distancia entre líneas o las facilidades para que el rival te llegue en tres pases. Pero es el principio y los puntos, por el momento, se están sacando y es lo que cuenta. Todo lo demás irá llegando poco a poco.

Posesión sin profundidad

La Real salió a apretar arriba de inicio, y eso que antes del minuto uno el Mallorca no se adelantó de milagro después de que Lagos Junior cabeceara prácticamente solo en el área.

El choque comenzó con un ritmo muy alto en el se sucedieron las ocasiones. En el 3' un disparo de Willian José pegó en la zaga local y se marchó a córner, y en el minuto 5 los baleares volvieron a tener otra buena ocasión que atajó el meta txuri urdin, si bien la jugada estaba invalidada por fuera de juego.

El Mallorca insistía y le imprimía mucha velocidad al encuentro obligando a su vez a los de Imanol a jugar en largo por la fuerte presión de los de Vicente Moreno. La Real no terminaba de sentirse cómoda sobre el terreno de jugo, bien por el calor o por ilusión de los mallorquines que suplían su menor calidad con ganas, empuje y velocidad por bandas, pero lo cierto es que los blanquiazules no habían saltado bien al encuentro. Había problemas para enlazar con el centro del campo y el equipo se mostraba bastante estático.

A los 13' llegó la primera jugada buena de los realistas tras una buena internada de Zaldua con caño incluido, pero su centro posterior no encontró rematador.

Cumplidos los 20 minutos la Real se había sacudido el ímpetu inicial de los bermellones, y comenzaba a gozar de posesiones más largas. Los de Imanol parecían conscientes de que se trataba de un partido para madurarlo y jugar con cabeza. Lo peor de estos primeros minutos había sido la amarilla vista por Mikel Merino, demasiado pronto y en una zona del campo que no entrañaba peligro.

Pese a la presencia en el terreno de juego de Merino, Odegaard, Oyarzabal, Januzaj, Oyarzabal y Willian José al equipo le faltaba profundidad en ataque, de hecho el brasileño apenas había tocado balón en media hora, y tampoco el eibarrés estaba pudiendo intervenir mucho en el juego de los gipuzkoanos.

Martin Odegaard se internó en área contraria a la media hora, pero el balón lo terminó atrapando Reina.

No había espacios en Son Moix, y ni Illarramendi ni el jugador noruego estaban pudiendo lucir tanto como la pasada jornada. Tampoco Januzaj lograba romper por banda. Estaba bien organizado atrás el Mallorca.

En el minuto 39 hubo una buena ocasión para cada equipo. Primero fue Odegaard el que no pudo culminar una gran jugada personal tras irse de varios defensas, y prácticamente seguido Lagos Junior, el jugador más peligroso de los baleares, metió el susto en el cuerpo a los txuri urdin cuando se perfiló en el área realista, pero no le salió el pase de la muerte a Budimir.

Solo un minuto después Oyarzabal remató fuera un buen centro de Januzaj que no estaba en fuera de juego pese a que así lo pidieron los de Vicente Moreno. Y cuando el partido estaba a punto de llegar al descanso llegó la más clara de la Real en todo el primer tiempo. Un gran pase de Illarramendi al espacio lo recogió Oyarzabal, que sin haber brillado mucho en los primeros 45 minutos le bastó un balón para haber podido adelantar a los txuri urdin en uno de esos goles considerados psicológicos, pero Reina y el palo impidieron que los de Imanol se marcharan  a vestuarios con ventaja.

Tras esta buena ocasión el colegiado pitó el final de la primera parte, unos 45 minutos en los que la ocasión más clara de la Real había llegado en el descuento. A los de Imanol les había faltado profundidad y alegría en ataque, y pese a la mayor posesión se echaba de menos más mordiente ofensivo en un partido en el que daba la impresión de que a poco que apretaran los txuri urdin se lo podían llevar.

SEGUNDA PARTE

El inicio de la segunda parte no presentaba muchos brotes verdes. La Real continuaba jugando demasiado en horizontal, algo que no deja de llamar la atención teniendo en cuenta la cantidad de 'jugones' que hay en este equipo. El Mallorca tampoco exponía demasiado, pero no necesitaba más.

En diez minutos de segunda parte no había sucedido nada, salvo un remate 'blando' de Febas. Era el primer disparo entre los tres palos del segundo tiempo. Le Normand vio amarilla en el 57'.  Lo que volvía a repetirse en este encuentro es lo fácil que le llegaban a la Real con apenas tres pases, mientras que a los txuri urdin les costaba un mundo acercarse a la meta contraria.

En el 59' Oyarzabal chutó cruzado pero se encontró con Reina, que atajó sin problema. Imanol decidió mover el ataque y metió en el campo a Portu e Isak en lugar de Januzaj y Willian José. El técnico oriotarra enviaba un mensaje claro. La Real quería el partido.

En el 69' hubo una jugada larga dentro del área txuri urdin precedida de dos despejes malos de la Real que finalmente terminó en córner, y en el 71 le cayó un balón a Portu a pierna cambiada que no pudo rematar bien el murciano. Los cambios parecían haber mejorado a los de Imanol, y el equipo mostraba una marcha más. 

Un zurdazo de Illarramendi desde fuera del área se marchó desviado por muy poco, mientras que el Mallorca, que parecía conformarse ya con el empate, tuvo la réplica en el 76' con un lanzamiento lateral que pegó en el palo con un Moyá muy adelantado.

Quedaban diez minutos para llevarse el partido y presentarse la próxima jornada en San Mamés empatados a puntos en el derbi vasco. Odegaard lo intentó de falta lejana pero el balón pegó en la red por fuera. Es una cruz la que tienen los blanquiazules con el balón parado... pero una gloria la que han encontrado los txuri urdin con la llegada de Odegaard. Jugada rapidísima de concentración y de manual de lo que debe ser una contra. Córner en contra, Odegaard se la pone a Portu que se va en velocidad, frena, recorta a su par, se la pone al noruego que entraba en carrera y el nórdico, con una clase magistral, no perdona y se estrena como goleador con la elástica txuri urdin.

Lo más difícil estaba hecho. Solo había que cerrar el encuentro y jugar con inteligencia los minutos finales. Los baleares se volcaron en ataque intentando lograr el empate con más corazón que cabeza, pero la Real tiró de veteranía para echar el cerrojo en su portería y hacer bueno el gol de uno de sus 'magos'.

Fin del encuentro, y la Real suma cuatro puntos en dos jornadas, lo que le permite afrontar e choque contra el Athletic con la moral por las nubes. No fue un buen partido de los de Imanol, pero los blanquiazules hicieron valer su experiencia,

Próxima jornada

La Real Sociedad se enfrentará la próxima semana al Athletic. Será el primer derbi oficial de la temporada para los txuri urdin, y el choque tendrá lugar en San Mamés, el viernes 30 de agosto a las 22 horas.