Un empate con susto

Contando la victoria copera (3-1) ante el Club Deportivo Tenerife, el Real Valladolid acumulaba tres victorias consecutivas la última vez que visitó el Nuevo Estadio de El Arcángel. Pese a esa buena dinámica, los de Paco Herrera aún estaban debilitados por la racha de cinco derrotas consecutivas que había vivido el equipo. Por ellas, el equipo vallisoletano aún no mostraba la confianza de ser un equipo ganador y todo lo que consiguiera sumar fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla era positivo. Así, empatar el 29 de octubre de 2016 en Córdoba fue un punto muy valioso para los blanquivioleta, pese al susto final.

 
Era ya la duodécima jornada, pero el Real Valladolid seguía con el agua al cuello. El mal inicio de temporada lastraba y mucho al equipo. Cualquier resultado que no fuera una victoria minimizaba las opciones del equipo por escalar hasta los puestos de play off. Por ello, hablar de la última visita vallisoletana a El Arcángel, lugar al que viaja este domingo, es hacerlo de un Real Valladolid ofensivo, con opciones de cara a portería rival pero muy débil en su propio campo y en su mentalidad.
Pese a ser mejor que el Córdoba CF en casi todo el partido, aquel duelo se recuerda por el gol anulado a Rodri Ríos en el último suspiro que por el juego de ambos equipos y, por supuesto, de la superioridad visitante.

Agónico final

Pese a dominar grandes fases del partido, el duelo terminó en el área de Isaac Becerra. El equipo local empujaba al blanquivioleta en busca de una victoria que le pudiera aupar a la zona más alta de la clasificación. José Luis Oltra y los suyos querían más pero el Real Valladolid, no. Hacía varios minutos que los pucelanos ya daban por bueno el empate y sólo esperaban el pitido final del colegiado. Habían tenido sus opciones y, sin éxito, tocaba esperar. La conformidad de unos y la ambición de otro llevó a un gol de Rodri Ríos en el último suspiro.
Un remate acrobático del exblanquivioleta se coló en el marca de Becerra pero el árbitro decretaba fuera de juego por la participación de Federico Piovaccari en la acción. El tanto pudo haber cambiado un partido en el que el Real Valladolid sumó un importante punto para seguir amasando la fortaleza y la fuerza que el equipo necesitaba en aquel momento.
En instantes como esa jugada final se podía ver que el equipo de Paco herrera no era un conjunto fiable ni mentalmente fuerte como para afrontar los momentos duros. En ellos se deshacía y en esos instantes aparecían los miedos ocasionados tras las cinco derrotas consecutivas, misma racha que ahora puede hacer el Real Valladolid en un Córdoba CF desahuciado. Todo lo contrario de lo que era en la última visita pucelana.
Once del Real Valladolid aquel 29 de octubre de 2016: Isaac Becerra; Javi Moyano, Rafa López, Álex Pérez, Luciano Balbi; Alberto Guitián, Álex López (Sergio Marcos 83'), Joan Jordán, Míchel Herrero; Jaime Mata (Dejan Drazic 69') y Juan Villar (Raul de Tomás 69')