El Pucela se desarma en la segunda parte y cae ante la Real
El Real Valladolid cayó derrotado en el Estadio Reale Arena ante la Real Sociedad en un choque en el que mantuvo el tipo durante la primera parte, pero en el que terminó claudicando en la segunda, tras un solitario gol de Adnan Januzaj del que los hombres de Sergio González no supieron reponerse.
Cambio de sistema y buena primera parte
Con el recuperado Joaquín Fernández de vuelta por delante de la zaga y una novedosa formación en rombo, como sucedía en el duelo contra el Real Madrid en el Nuevo Estadio José Zorrilla, pero en esta ocasión con Sandro Ramírez en el vértice más ofensivo, los blanquivioleta trataban de inicio anular la zona de creación realista.
El ímpetu vallisoletano inicial duraba lo que un par de faltas colgadas al área por Rubén Alcaraz y un centro de Sandro que terminaba en córner. A partir de entonces, los locales se hacían con el dominio del balón e incluso se permitían alguna jugada de calidad marca de la casa que hacía zozobrar a la defensa rival en su parte izquierda, y, a la vez, multiplicarse en los despejes a Mohamed Salisu.
Pero el Pucela no se amedrentaba tan fácilmente y contragolpeaba con peligro. Fruto de ello, un pase al espacio de Joaquín Fernández lo capturaba un Enes Ünal, cuyo tiro cruzado lo enviaba a córner con una buena mano Álex Remiro. El propio almeriense disparaba al lateral de la red poco después tras una nueva falta servida por Alcaraz. Los visitantes no rehusaban a llevar peligro, pero, mientras a ellos les costaba un mundo pisar el área rival, la Real, en pocos pases, se plantaba en la de su adversario, aunque no terminaba de acertar a rematar la faena.
En los últimos minutos de la primera parte era el Real Valladolid el que pisaba más campo contrario, forzando algunos saques de esquina en los que Sandro Ramírez ponía un par de balones peligrosos a los que tenía que responder Remiro. Sin embargo, el marcador no se movía y todo quedaba en el aire para la segunda mitad.
Cambio de guion
El equipo de Imanol Alguacil regresaba al campo con otro brío y a punto estaba de adelantarse en un remate con el hombro de Alexander Isak que recordaba al de Antonio Puertas en Granada. Esta vez, Jordi Masip rectificaba a tiempo el paso hacia adelante que había dado y lograba blocar el balón sobre la línea cuando la grada ya cantaba el primero.
Esto tampoco conseguía meter atrás a los de Sergio González, que también llamaban a la puerta del gol. Un pase hacia Sandro Ramírez terminaba en un buen centro del canario que Ünal remataba fuera de primeras con todo a favor en el primer palo.
Conscientes de que tenían las de ganar, los blanquiazules aceptaban el intercambio de golpes y no tardaban en volver a rozar el gol en un centro de Nacho Monreal al primer toque que remataba hacia atrás Isak alto por poco.
El tanto se estaba cocinando y, efectivamente, terminaba llegando en otra jugada rápida que nacía en un polémico saque de banda que se ponía en movimiento enseguida. Al final, la medida asistencia de Mikel Oyarzabal era remachada a la red de cabeza por Januzaj en el primer palo.
Incapacidad final
Hasta ahí llegaba un Pucela que, a partir de entonces, se veía incapaz de reaccionar y volver a hacer daño al conjunto guipuzcoano. Ni siquiera con la entrada de Óscar Plano para deshacer el sistema inicial y volver al clásico 1-4-4-2. Y es que, con el resultado a favor, el equipo txuri-urdin se sentía más cómodo que nunca.
Era entonces cuando el entrenador blanquivioleta acudía a algo que más o menos le había funcionado a la desesperada unos partidos atrás, ante el CD Leganés o el Marbella FC. Pedro Porro entraba al campo para que el equipo pasara a jugar con dos carrileros y Sandro y Plano por dentro. Ahí la Real sí parecía pasarlo algo peor de inicio, con los visitantes avanzando unos metros, pero sin estar atinados para aprovechar alguno de sus acercamientos.
Era un espejismo, el equipo quedaba partido y, con un solo mediocentro, un agotado Alcaraz, las pérdidas de pelota visitantes empezaban a no poder contarse con los dedos de una mano. El tramo final anunciaba más el segundo realista que el empate vallisoletano y el encuentro llegaba a su fin con derrota por la mínima para el Real Valladolid, a pesar de la última gran ocasión de Sandro que repelía Remiro para dejar los tres puntos en casa.
Una derrota que bien podría haber sido un empate, pero que terminó echando por tierra la buena puesta en escena de un Pucela que deberá estar atento de nuevo a lo que sucede en el resto de la vigesimosexta jornada de LaLiga Santander.
Alineación novedosa que invitaba al optimismo,en el primer tiempo se sujetó bien al equipo donostiarra con una igualdad en el juego pero en el segundo tiempo Don Sergio hizo un experimento que no ha dado resultado y la Real puso su maquinaría técnica que no supimos contener¿porque jugamos sin extremos?porque cambió el rombo de el primer tiempo,hoy no jugó Michel,¿y Plano jugó? vuelva al 4-4-2 Don Sergío,los experimentos se hacen con gaseosa y no con Don Periñon,y por favor de una oportunidad a Pablo Hervías que ya toca.S.PUCELA..