Cinco claves del bajón del Sevilla de Almeyda
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Tres derrotas consecutivas tras la goleada al FC Barcelona
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Almeyda, del palo a Nianzou a la ‘clave Azpilicueta’: "Tirarse a los pies en el área... Ya se sabe"
 
El Sevilla FC acabó el tramo de competición entre septiembre y octubre subido a una ola. Había conseguido por fin dos victorias consecutivas, le había ganado goleando al FC Barcelona ante el calor de los suyos, que hacía casi tres años que no vivían un día igual, y todo parecía funcionar en el equipo de Matías Almeyda.
Sin embargo, la tercera etapa del otoño futbolístico está ahora a punto de terminar y se ha convertido en un calvario, con tres derrotas en tres partidos y la única posibilidad de resarcirse el próximo sábado ante el CA Osasuna. El sevillismo vuelve a ver sobrevolando los fantasmas de las últimas temporadas, con un equipo plano, insoportable y acostumbrado a perder que mira más las miserias de los rivales por la permanencia que las virtudes propias. Y el clavo al que agarrarse que suponía la figura del entrenador empieza a quemar más de la cuenta.
En ElDesmarque analizamos cinco claves del bajón del Sevilla
Vuelven las lesiones
Desde la última temporada de Julen Lopetegui en el Sevilla FC, culminada por José Luis Mendilibar tras sustituir a Jorge Sampaoli, las lesiones han sido moneda de cambio habitual en el equipo.
Durante el mes de septiembre, el Sevilla tuvo pocas bajas, pero en las últimas semanas se han multiplicado y, además, en jugadores importantes. Con Alexis Sánchez y César Azpilicueta como grandes exponentes, han ido cayendo otros hombres importantes como Batista Mendy, Agoumé -con sanción de por medio- y hay posiciones que están muy cogidas con alfileres. Hasta ahora, solo Carmona, Gudelj, Juanlu, Isaac Romero, Marcao, Peque y Nyland han podido ir convocados a todos los partidos.
Errores individuales
Matías Almeyda no hace sino quejarse amargamente de los errores individuales que están marcando los últimos partidos. Fallos sin explicación que vienen a reflejar la falta de calidad de una plantilla que se ha renovado, pero no lo suficiente, especialmente en algunas posiciones.
“La concentración tiene que ser al 200%. El margen de error muy mínimo”, es solo la última declaración en este sentido del entrenador argentino, tras perder en el Metropolitano. Prácticamente todos los goles recibidos en este tramo de competición tienen su origen en fallos muy evitables.
Falta de competitividad
Si por algo se había caracterizado el Sevilla de Almeyda desde su llegada era por haber disputado los partidos hasta el último minuto, pero en las últimas semanas ha bajado los brazos ya en tres ocasiones. No había perdido por más de un gol hasta que se desconectó ante el Mallorca y, el entonces colista, le hizo tres goles en diez minutos, sin capacidad de reacción.
Tampoco en Anoeta reaccionó al verse detrás en el marcador con casi una hora por delante, y en el Metropolitano cayó a la lona con el absurdo penalti de Nianzou y el gol de Julián Álvarez, totalmente incapaz de reponerse del mamporro. Nada que ver con el equipo que luchaba y luchaba, viva imagen de su entrenador.
Exceso de azúcar
Aunque los profesionales afirman siempre estar al margen de todas las opiniones y centrarse solo en el juego, ese no deja de ser el cuento de la lechera. Tras ganar 4-1 al FC Barcelona los elogios al Sevilla cayeron en cascada. Encima, con dos semanas sin fútbol que daban pie a que la montaña se fuera haciendo más grande.
Almeyda, sin embargo, reconoce que los jugadores, como jóvenes que son, están siempre con el móvil en la mano y recogen prácticamente todas las opiniones. En el campo, da la sensación de que algunos confía demasiado en su calidad. El azúcar, como dijo tantas veces sabiamente Joaquín Caparrós, ha debilitado a un equipo que antes parecía más consciente de su realidad.
De la verticalidad a la horizontalidad
En cuanto al juego, el Sevilla se caracterizó por una presión alta y saltar rápido al ataque para llegar en contragolpes veloces. Así se goleó al FC Barcelona, y desde entonces no ha vuelto a tener la opción de anotar así.
El equipo ha pasado de ser vertical a la posesión inocua de años atrás, tocando mucho la pelota, pero con pocas ideas y profundidad. La baja de Agoumé en el Metropolitano y el golpe que sufrió en Anoeta tampoco ayudó, pues el francés es lo más parecido a un centrocampista con buen manejo de balón que tiene el equipo, una carencia que sufre prácticamente desde la salida de Éver Banega hace cinco años.
Rafa, hay q sacar los pasamontañas ya, cuanto antes le quitemos el polvo, antes nos vamos a la ciudad deportiva a romper la cancela de entrada, vamos Rafa ánimo 💪
Van a vender al Sevilla, pero en Wallapó como las mecedoras viejas
LO QUE NIO ES DE RECIBO ES COMO SE PUEDE SOPORTAR A LOS NIANZU A LOS CANTERANOS QUE NO SE PARA QUE JUEGAN EN EL PRIMER EQUIPO COMO EL ISSAC EL CRAMONA EL JUANLU EL SALAS BUENO Y LO DEL SOW ESE JUGADOR DE QUE JUEGA Y PARA QUE SIRVE SERA LO MAS JUSTO DE PREGUNTAR EN FIN QUE EL SEVILLA CADA VES QUE SALE JUEGA CON SEIS Y SIETE JUGADORES MENSO SOLO PAQUETES PERO DE LOS GORDOS Y LO PEOR COMO LA AFICCION SOPORTA TANTO A LOS DELICUENTES RUINEROS QUE LO VAN A LLEVAR A LA SEGUNDA ESTE AÑO MUCHO ANTES SEÑORE ALGO HAY QUE HACER Y CUANTO ANTES MEJOR SI NO ESTO SE NOS VA DE LAS MANOS
Lo resumo en una, la plantilla es muy mala