El precedente del Metropolitano en el derbi madrileño al que se agarra el Sevilla en su recurso

Una vez más, y no es la primera a lo largo de la historia, el Sevilla FC se tiene que enfrentar a un cierre de su estadio por incidentes de sus aficionados. Ya no se estilan los cierres completos, sino que se clausuran las zonas de las gradas donde se produjeron los hechos en cuestión, y tras el derbi ante el Real Betis Balompié algunos sectores del Gol Norte han sido sancionados por el Comité de Disciplina con tres partidos de cierre.

El Sevilla, rápidamente, ha comunicado que piensa agotar todas las vías para recurrir este cierre, llegando a los juzgados ordinarios si fuera necesario. Además, el club nervionense tiene un precedente cercano en el tiempo y en las circunstancias que sienta jurisprudencia, y es que, en el derbi madrileño de septiembre de 2024, disputado en el estadio Metropolitano, se produjeron unos hechos prácticamente calcados. Desde el Fondo Sur se lanzaron objetos que pusieron en riesgo la integridad física de los jugadores del Real Madrid, y Busquets Ferrer decidió suspender el partido durante un cuarto de hora por la reiteración de los hechos.

El Comité de Disciplina le impuso al estadio del Atlético de Madrid un cierre parcial de tres partidos, que se quedó en uno tras la resolución del Comité de Apelación, que redujo también la multa de 45.000 a 3.000 euros. Aunque la Comisión Antiviolencia pedía el cierre total durante dos semanas, lo cierto es que esa sanción de un partido se cumplió el 20 de octubre de ese año, en la visita del CD Leganés al estadio colchonero.

Tampoco tendría sentido que los distintos comités alegaran reincidencia, pues apenas unos meses antes también Competición decretó un cierre parcial de dos partidos del Metropolitano por unos insultos racistas a Nico Williams, jugador del Athletic Club, aunque esa sanción quedó finalmente en nada tras la resolución de Apelación.

El último precedente en el Sevilla

Eso sí, el Atlético de Madrid decidió no acudir a la justicia ordinaria, por lo que cumplió la sanción menos de un mes después de que se produjeran los hechos. Ante la lentitud de los juzgados, si el Sevilla acaba recurriendo a los tribunales, la posible sanción se cumpliría mucho más adelante.

Así sucedió en marzo 2023, cuando en un Sevilla-Celta, la zona donde se sitúa Biris Norte fue clausurada. Sin embargo, esa sanción coleaba desde seis años antes, de un partido ante el Real Madrid en enero de 2017 en el que la grada insultó gravemente a Sergio Ramos, que pocos meses más tarde regresaría al Sevilla. Entonces, el club agotó todas las vías, llegando hasta al Tribunal Supremo.