Última gran fiesta y la explosión de Villa

No es la última victoria del Sporting sobre el Oviedo, pero de las 'recientes' sí la más contundente. El equipo por aquel entonces dirigía Pepe Acebal pasó por encima al conjunto ovetense, en una noche en la que emergió la figura de David Villa. Ni el más optimista creía que 'el guaje' llegaría a ser el mejor delantero de la historia de la selección española, su máximo goleador de todos los tiempos.

 
El derbi copero comenzó de la mejor manera posible, con un gol de Pablo Amo que, sin embargo, rápidamente fue contrarrestado por el Oviedo. Pero el Sporting no se vino abajo, ni mucho menos. Espoleado por El Molinón, prácticamente lleno, consiguió pronto ponerse por delante gracias a un gol de David Pirri. La fiesta al descanso fue, incluso, mayor cuando apareció Villa. El canterano recogió un rechace y con su pierna derecha no falló ante Esteban. Su primer gol en el fútbol profesional, y los que vendrían después a lo largo de su trayectoria.
En la reanudación el Sporting salió decidido a ampliar la fiesta. Y lo logró a través del propio Villa, que con un sutil toque con el exterior de su pie izquierdo hizo el 4-1. Era su presentación social y ya mostraba su sinfín de recursos. Y, de paso, éxtasis en El Molinón.
Para asegurar el pase, Pepe Acebal movió el banquillo. Introdujo varios cambios de corte defensivo que frenaron el caudal atacante de los rojiblancos. Pese a ello, el Oviedo disimuló la goleada con un tanto de Geni en la prolongación, lo que en cualquier caso no evitó la alegría gijonesa. Fue la última goleada sobre el eterno rival.