Un 'VARometro' distinto para el Valencia
El Valencia CF no ha cumplido las expectativas deportivas en este inicio de temporada. El cuadro de Marcelino García Toral ha tenido que mejorar en muchos aspectos desde que comenzó el campeonato. Nadie en el club niega que están en la parte baja de la tecla por méritos propios. Pero ese argumento no está peleado con un uso del VAR peculiar para el cuadro de Mestalla. En los distintos árbitros que han arbitrado al Valencia en la presente campaña se han podido comprobar distintas formas de aplicar esta nueva tecnología. En total, el VAR ha beneficiado a los del Turia una vez en dieciséis jornadas, fue en Getafe, y ya no se pueden contar con los dedos de la mano las veces que le ha sido esquivo.
El último partido contra el Eibar ha sido la gota que ha colmado el vaso. El club pasó de protestas privadas a decir públicamente lo que piensa de la aplicación de esta nueva ayuda arbitral. La palabra clave es la interpretación. Si el VAR no tiene que entrar en jugadas interpretativas, ¿por qué la mano de Gayà no atiende a ningún tipo de interpretación y el posible penalti a Mina sí?. Nadie lo entiende. Pero Ipurúa no es el único campo donde el Valencia se ha sentido tratado de forma injusta.
Todo explotó en el estadio de ‘La Cerámica’. En ese partido Víctor Ruiz derribó a Gameiro dentro del área mientras le agarraba de la camiseta claramente. Posteriormente Mario Gaspar protagonizó una entrada agresiva sobre Coquelin merecedora de tarjeta roja. En ninguna de las dos jugadas el colegiado revisó la acción en la televisión. A raíz de ese partido se sucedieron un carrusel de jugadas polémicas.
En el envite contra el Celta en Mestalla, el colegiado obvió un claro empujón a Batshuayi dentro del área. El colegiado tampoco revisó un posible penalti sobre Parejo en el Nuevo San Mamés. El juego posicional no revisado en el gol del Girona en Mestalla encendió a la directiva valencianista. Hasta el punto de quejarse de forma privada a los estamentos pertinentes. En el Santiago Bernabéu el colegiado tampoco quiso ver la jugada del posible penalti de Lucas Vázquez a Gayà que terminó con un tanto del cuadro local en la jugada posterior.
Este sábado, en Eibar, Marcelino rompió su rutina de no opinar de los árbitros para quejarse de forma pública. Posteriormente también lo hizo Rodrigo que aludió a unas manos idénticas no pitadas en el Valladolid - Atlético de Madrid. Una de las cosas que más enfada al equipo valencianista es el hecho de que los árbitros no aprovechan la tecnología que se les presta. Aunque la decisión sea negativa o positiva a favor de un equipo los colegiados deberían revisar en la televisión las jugadas polémicas. Por otra parte, de este tipo de jugadas hay dos o tres como mucho durante un partido.
Desde que fue presidente D.Julio de Miguel, el Valencia, C.F., ha perdido categoría y peso en la Federación Nacional. Cosa que no pasa con los presidentes del R.Madrid, Barcelona ó At.At.Madrid. y quieran o no se nota en los arbitrajes.