La tradición uruguaya que hereda Maxi Gómez

Maxi Gómez ya es jugador del Valencia CF a todos los efectos en breve. El delantero uruguayo llega con el doble papel de hacer olvidar a Santi Mina, que nunca faltó a su cita con el gol a pesar de ser suplente, y con la obligación de seguir la tradición de grandes delanteros charrúas en el Valencia CF.

Ahora de vacaciones, el futbolista se incorporará al equipo al final de semana. A partir de ese momento, Maxi Gómez tiene el reto de perpetuar una larga tradición uruguaya en el Valencia CF. Antes que él, diez jugadores charrúa se batieron el cobre en Mestalla. Esta es su historia.

Los delanteros: Héctor Núñez y Fernando Morena

En total, en la historia del conjunto de Mestalla una decena de futbolistas uruguayos defendieron con más gloria que pena la camiseta del Valencia CF. Especialmente relevantes son dos delanteros: Héctor Núñez (1958-65), que también fue entrenador y es el que más minutos jugó. Con él el Valencia CF ganó sus dos primeras Copas de Ferias y fue un ídolo en las siete temporadas que estuvo en Valencia. Su gesto, en la 93-94, de sentarse en el banquillo junto a Kempes para salvar al equipo jamás será olvidado en Valencia.

El segundo punta que hizo historia fue Fernando Morena, autor del gol que dio la primera Supercopa de Europa al Valencia CF.

El gol del uruguayo Morena llegó poco después de comenzar la segunda mitad. Solsona robó un balón en el centro del campo, que tras una jugada individual pasó la pelota a Saura, que chuta, da en el larguero y Morena, muy atento y en el lugar adecuado, envió al fondo de la portería rival. Fue su mejor aportación en la única temporada que estuvo en Mestalla (1980-81). 

Completan la nómina de puntas uruguayos Diego Alonso (2000-01), una temporada en Europa poco fructífera; Wilmar Cabrera (1984-86), integrante sin éxito del Valencia CF que descendió y Nico Olivera (1997-99), la eterna promesa que triunfó allende de nuestras fronteras pero no en Valencia

Bossio y los centrocampistas

Hablar de uruguayos en el Valencia es referirse necesariamente a Bossio, actual embajador del club. Miguel Ángel Bossio fue uno de los rostros exóticos que plagó el Valencia CF en 1986, el año del descenso a Segunda División. El mundialista uruguayo llegó al Valencia CF en un momento delicado y casi de casualidad y se quedó para siempre. Tras cinco temporadas en el club como jugador, fue entrenador y director de la Academia y miembro de la Dirección Deportiva. Bossio es, por méritos propios, santo y seña para muchas generaciones de valencianistas que aún hoy en día lo idolatran.

En la medular hubo otro uruguayo destacable como es Gonzalo de los Santos (2001-2005). Llegó para ganar la primera Liga de Benítez, el segundo año tuvo continuidad y, a partir de ahí, encadenó cesiones para acabar fichando por el Hércules.

El relevo de De Los Santos lo tomaría Nestor Fabián Canobbio, al que Benítez bautizó como una lámpara "he pedido un sofá y me han traído una lámpara", vino a decir tras su fichaje. Aún así en su primera temporada jugó bastantes partidos y ganó el doblete (2003-04). Al año siguiente saldría cedido a Vigo donde triunfó.

Una temporada después llegaría Mario Regueiro (2005-2007). Cuestionado, sin continuidad y lesionado de gravedad, no pudo demostrar su calidad en el Valencia CF.

El último uruguayo que, hasta la fecha, se ha puesto la camiseta del Valencia CF es Nacho González. Llegó en 2008, se fue cedido. En 2009 estuvo en Valencia CF pero no llegó ni a debutar con Unai Émery y se volvió a marchar cedido dos temporadas, primero a Grecia y luego al Levante. Regresó, jugó medio amistoso y en 2011 fue traspasado a Bélgica. Aún pasaría por el Hércules antes de retirarse en su país.