La falta de puntería y la polémica obligan a aplazar el sueño del Valencia CF
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Polémica: El VAR y Zwayer la lían en Mestalla
El Valencia CF aplaza su sueño de volver a los octavos de final de la UEFA Champions League. Fue mejor al Chelsea FC y se dejó la piel para llevarse los tres puntos, pero tuvo que conformarse con un empate (2-2) a causa de la falta de pegada y algunas decisiones polémicas como la no expulsión de Jorginho o el gol que le dio validez el VAR tras no señalar una falta previa de Zouma y que despertó las críticas más airadas de Garay.
El planteamiento inicial definió las ideas de Albert Celades a corto plazo, sobre todo por lo que dejó de hacer. Con los hombres que eligió en el once inicial podría haber formado perfectamente con un dibujo 4-3-3, pero apostó por desplegarlos en 4-4-2, demostrando su confianza en este esquema. Además, prefirió poner a Wass por el centro en lugar de a Soler en una banda pese a que eso obligara a que Jaume Costa jugara por tercer partido consecutivo como lateral derecho reconvertido.
En cualquier caso, lo evidente es que el Valencia CF saltó al campo con la intención de ganar. Quiso ser protagonista y proponer. La puesta en escena fue buena. Se visitó el área del Chelsea con peligro. Incluso se pudo marcar de no ser porque Maxi Gómez mostró una versión desconocida de sí mismo y desperdició dos ocasiones muy claras.

El Valencia CF estaba mandando y a los 40 minutos Carlos Soler hizo justicia al aprovechar un centro de Rodrigo Moreno para hacer el 1-0. El gol confirmaba el buen arranque del conjunto de Mestalla, pero tuvo un efecto negativo en el partido. Y es que el Chelsea despertó, mientras que el Valencia CF se hizo pequeño.
De hecho, esa tendencia no tardó en confirmarse. A los 41 minutos Kovacic hizo el 1-1, mientras que nada más arrancar la segunda mitad Pulisic culminó la remontada haciendo el 1-2 no exento de polémica, pues el VAR decidió conceder el gol anulado previamente por fuera de juego sin señalar una posible falta de Zouma sobre Gabriel Paulista.
Celades mueve el banquillo
El Valencia CF necesitaba agitar el partido para volver a engancharse a él. Pudieron hacerlo con un penalti, que Kepa evitó que el lanzamiento de Parejo subiera al marcador. Una jugada que no supuso la expulsión de Jorginho, ya amonestado, y que no vio ni la amarilla (hubiera sido la segunda) o la roja, que bien pudo merecerla.
Celades tuvo que buscar la reacción moviendo el banquillo. El primer cambio fue obligado. Tuvo que retirar a Jaume Costa por lesión, pero decidió dar entrada a Kevin Gameiro. Un cambio que era una declaración de intención.
Mestalla lo entendió y apretó con fuerza. Poco después entraron Coquelin para inyectar garra y corazón, y Kangin Lee para buscar que el ataque del Valencia CF fuera más impredecible.
Así, en los últimos minutos se vio a un Valencia desatado, hermanado con la grada. Daniel Wass aumentó los decibelios de la noche marcando un golazo. Quedaban diez minutos para buscar la remontada. Los de Celades encerraron al Chelsea en su área mientras Mestalla gritaba "Sí, se puede". Se intentó durante los siete minutos de descuento. Se creyó. Y se pudo, pero se escapó con una ocasión de Rodrigo Moreno que todo el mundo vio dentro, pero acabó fuera. El Valencia CF mereció más y el empate sabe a poco, pero te mantiene vivo en la competición. Se lo jugará todo en Ámsterdam.
