Yuki Tsunoda protagoniza el accidente más escalofriante de los últimos años en la F1

La piel de gallina. La clasificación del Gran Premio de Imola ha empezado de la manera más sobrecogedora posible. No habían pasado ni cinco minutos y la bandera roja ya ondeaba en el trazado italiano. Todo, por un fortísimo accidente de Yuki Tsunoda. Cuando la televisión ha enfocado al piloto japonés de Red Bull parecía un accidente duro, pero sin mucho más que contar y solo un simple roce con uno de los pianos del circuito. Una vez vistas las repeticiones, el enfoque cambia de manera radical. Que Tsunoda se haya bajado por su propio pie es un auténtico milagro. Y es que el accidente del japonés es escalofriante: una vuelta de campana, varios segundo boca abajo y una imagen muy impactante, sobre todo para los espectadores que lo vieron de frente. Este incidente, hace bastantes años, hubiera supuesto algo mucho más grave. Por suerte, Tsunoda formará parte de la parrilla de este domingo, aunque sea partiendo desde la última posición.

El trazado de Imola es de los más rápidos de todo el calendario. Es, además, uno en los que adelantar es más complicado. Esto hace que todos los pilotos busquen el tiempo más rápido posible, para salir en una posición adecuada para la carrera. Con esa premisa, muchos fueron los pilotos que abordaron la Q1 como si de una final se tratara. Varios nombres propios salieron con el 'miedo' de no pasar el primer corte de la clasificación. Los Ferrari, los Aston Martin y el mencionado Tsunoda. Es por ello que el japonés tenía entre ceja y ceja marcar un tiempo suficiente para pensar en el próximo corte. Llegando a una de las 'chicanes' del trazado, el Red Bull sufrió un susto que terminó con Tsunoda perdiendo el control en la grava y estampándose de manera muy dura contra las protecciones.

Yuki Tsunoda salió por su propio pie

Las primeras imágenes eran positivas: se veía a un Tsunoda activo, quitando su volante, saliendo del monoplaza y andando sin problemas. Lo que parecía un duro golpe sin mucha más miga, se transformó en uno de los accidentes más fuertes de los últimos años. Al ocurrir en una zona muy rápida, el Red Bull pisó la grava a una alta velocidad. El monoplaza voló y Tsunoda dio hasta una vuelta de campana; incluso pasó algún segundo bocabajo.

Por suerte, el coche volvió a su posición natural. Y el milagro del halo hizo acto de presencia. La seguridad en la Fórmula 1 es una de las cosas más cuidadas, siendo minuciosa y muy estudiada. Algo que el propio Tsunoda ha corroborado en Imola en primera persona.

Grateful to see Yuki Tsunoda walk away from this enormous shunt in Q1#F1 #ImolaGP pic.twitter.com/hsviPlI66P

— Formula 1 (@F1) May 17, 2025