Lewis Hamilton agranda su crisis en Ferrari y saldrá último en Las Vegas: "No tengo palabras"

Cuesta bajo y sin frenos. Lewis Hamilton no levanta cabeza en Ferrari, y lo ocurrido en la clasificación del Gran Premio de Las Vegas lo corrobora. Si bien se ha tratado de una de las jornadas más complicadas para los pilotos por culpa de las condiciones meteorológicas, ver a Hamilton último en la parrilla de salida de este domingo no es para nada normal. Su 2025 es muy negativo y está dejando por los suelos la reputación de la escudería italiana. Tanto es así, que los rumores sobre su futuro empiezan a florecer. Y resultados como los de esta madrugada no ayudan en absoluto.

Desde Italia están cansados de Hamilton. Tanto el ambiente extradeportivo como las altas esferas de Ferrari. El piloto inglés no está teniendo un buen estreno en el equipo y la paciencia está entrando en el límite. Incluso el CEO de Ferrari ya ha lanzado un ultimátum tanto a él como a Charles Leclerc. "Si miramos a nuestros ingenieros, no hay duda de que el coche ha mejorado. Si miramos el resto, no está a la altura. Y, sin duda, tenemos unos pilotos que es importante que se concentren en conducir y hablen menos", soltaba John Elkann hace pocos días.

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— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) November 22, 2025

Lewis Hamilton se justifica y no encuentra explicaciones

La suerte, en su contra. La cruda realidad de la clasificación en Las Vegas es que las banderas amarillas ondeaban sin previo aviso. Con unas condiciones muy peculiares, eran muchos los pilotos que utilizaban las escapatorias para no estrellar su monoplaza en los muros del trazado. Parece ser que esas banderas 'pillaban' justo a Hamilton, impidiendo que el inglés pudiera darlo todo de sí para al menos pasar el primer corte. Pero no fue así. Hamilton marcó tiempo, el vigésimo concretamente. Y esto es historia: es la primera vez que le pasa.

"No tengo palabras. No ha sido suficientemente bueno, no podía meter temperatura en los neumáticos, mucho subviraje y uno de mis frenos delanteros se cristalizó, era difícil parar en las curvas. Es muy frustrante, porque tras los Libres 3 sentía que el coche iba genial y pensaba que iba a ser un gran día, pero ha acabado siendo el peor, no podemos ir más a peor que esto. Me sacaron banderas amarillas en la última curva y al llegar a la curva 17 también había bandera amarilla, así que tuve que levantar el pie del acelerador y cuando crucé la meta ya estaba roja. Eso fue todo", resume un Hamilton que este domingo vivirá una dura papeleta desde la cola de la parrilla.