Álex Márquez da la clave del inesperado subcampeonato que ha cerrado en Sepang: "Si alguien apostó por ello, se ha forrado"

Álex Márquez ha logrado, por fin, uno de los objetivos más importantes de toda su carrera deportiva. Tras un 2025 impecable en varios momentos, el piloto del Gresini Racing ha cerrado un histórico subcampeonato en MotoGP. Lo ha hecho al finalizar en segunda posición la 'sprint' del Gran Premio de Malasia en Sepang, y su conclusión es bastante clara: nadie había apostado un duro por él, pero la constancia y el trabajo han dado sus frutos. Tanto Álex como Marc han dominado por completo la temporada, y lo más justo era que terminasen primero y segundo en la clasificación general. Con el mayor de los hermanos lesionado y con el título ya en sus vitrinas, los deberes eran solo para Álex. La irregularidad y las caídas hicieron acto de presencia, pero ni eso le ha alejado de un 2025 para el recuerdo.

"Suena muy bien. Suena a año perfecto y es así. No se puede pedir más. Es verdad que Marc ha hecho un año perfecto, pero a mí personalmente si me dicen que voy a cerrar un subcampeonato en Malasia a tres carreras del final, hubiese dicho: 'Estás loco'. Ha sido un año de ensueño, un año casi perfecto, por decirlo de alguna manera en mi caso, porque ha habido momentos en los que se ha podido ser más competitivo, pero en los que he aprendido muchísimo y he dado siempre lo mejor de mí. Poderlo cerrar, estar por delante de Ducati oficiales y por delante de muchos pilotos oficiales es un sueño. Hemos hecho un gran año", explicaba Álex nada más terminar segundo en la 'sprint'.

ℝ𝕦𝕟𝕟𝕖𝕣𝕌𝕡, We’re Dreaming🥈#GresiniRecords pic.twitter.com/dAQDjqlZb1

— Gresini Racing (@GresiniRacing) October 25, 2025

Álex Márquez no tenía el subcampeonato como objetivo

El 2025 ha sido excepcional para los intereses de Márquez, pero ni en sus mejores sueños se imaginaba cerrar un curso de esta manera. "Hoy me temblaban hasta las pestañas, sinceramente. Se me ha hecho larga la carrera, no he pilotado nada bien. Cuando vas ahí... No con el miedo a caer, pero a fallar, es ahí donde no he pilotado nada bien. Ya sabéis que soy autocrítico y hoy ha sido así. Poder estar segundo y haberlo podido cerrar era algo muy importante para ahora disfrutar de estas tres carreras que quedan", cuenta el catalán.

"Ni nosotros ni nadie apostaba por esto. Si había apuesta y alguien apostó por ello, se ha forrado. Esa es la realidad. No hay que olvidar que estamos en un equipo independiente con una moto del año pasado. El año pasado tuvimos la mala suerte de que Ducati dio un paso al frente muy grande y este año hemos tenido la suerte de que no lo han hecho tan grande y nosotros teníamos esa moto. La clave de este subcampeonato ha sido ser constantes y en los malos momentos darle la vuelta y ser autocríticos, para volver a ser competitivos", zanja el pequeño de los Márquez.