Mírala cara a cara
La Platea de Juanma G. Anes
(Huelva Información)
Me preguntaba ayer un buen amigo del gremio (aunque parezca mentira hay periodistas que, tras muchos años en la brega, nos seguimos llevando bien) que si ya era hora de creerse ciegamente las opciones de ascenso del Decano en este curso. Tras seis victorias seguidas, liderando la tabla tras muchos dolorosos y frustrantes años y con la ‘recremanía’ en una pausada –pero continua- resurrección, como para negar tal aspiración…
Pero, sinceramente, creo que el motivo de la llamada de mi colega no era tratar de hallar una simple respuesta de futurología sobre el devenir albiazul ni contrastar los argumentos futbolísticos que incitan al optimismo, aunque estos siempre aparecen en nuestras largas y distendidas charlas telefónicas. Él buscaba cierta complicidad para auto-convencerse de poder esgrimir una base sólida de ilusión por todo lo bueno que se puede avecinar ya que, precisamente, en la vieja Onuba no es que estemos acostumbrados al éxito sin sufrimiento. Curtido en mil batallas siguiendo al Recre –y a otro club de sus amores cuyo escudo no desvelaremos… de momento-, al final llegamos a una conclusión que es la misma de muchos: parece que los astros se están moviendo para que cuando vuelva a apretar el calor estemos de lleno en la pomada. Y eso, tras haber peleado con ‘Realejos’, ‘Boliches’ y ‘San Pedros’ ya es bastante.
Bueno, los astros hacen lo suyo y los que se visten de corto, también, puesto que si para lo malo ponemos en la diana al entrenador y a los futbolistas, cuando el viento sopla a favor también será por algo. Sin embargo, los dos recordamos que a final del siglo pasado un Salamanca que se salía de la tabla en febrero sufrió un desvanecimiento brutal (al que el Recre contribuyó, por cierto) y la caída charra fue calcada a la de Baumgartner. Pero, don Francisco, si luego nos caemos tendremos, al igual que el austriaco, un buen paracaídas... y mil historias por contar de este entretenido mundo. Así que disfrute usted del momento y, a la Primera, mejor mirarla cara a cara que tenerle miedo…