Txikon pide "juego limpio" en las próximas expediciones
Alex Txikon ha cumplido un sueño en su intento del K2 invernal, el único ochomil virgen en invierno, en el que además ha llevado a cabo variados y preciados avances científicos, tecnológicos y alpinísticos que contribuirán a que se ascienda el K2 en la época más fría del año. El alpinista ha comparecido este miércoles ante los medios de comunicación para valorar el trabajo de su equipo en la expedición invernal al K2 y destacar la nueva línea de cuerda que han marcado en este 'ochomil'. "Solo ha habido una línea de cuerda, que era la nuestra, y hemos montado 80 reuniones para unos 3.000 metros", ha afirmado Txikon, que pese a la polémica suscitada con la expedición rusa, se ha sentido orgulloso del uso de sus cuerdas por parte de cualquier expedición.
.Un proyecto como este forma parte de una cordada de proyectos en los que se enmarca como un eslabón más en una cadena de éxitos y fracasos continuos que elaboran un camino. Desde una primera ascensión siendo niño al Gorbea a hitos como la primera ascensión invernal de la historia al Nanga Parbat pasando por un Everest o un K2 que no quisieron dar opción más que al aprendizaje, que no es poco.
El lemoarra ha indicado que le gustaría volver y que "el K2 se va a subir" en invierno, sean ellos u otras expediciones en un futuro próximo, además de desear que haya "juego limpio" entre las expediciones del año que viene.
Alex Txikon y su equipo formado por 14 personas durmieron en tres innovadores iglús creados por ellos mismos durante casi 3 meses. "Me han escrito desde Polonia para saber cómo se hacen, pero bueno, el tema de los iglús no es nada nuevo, llevan haciéndose 15.000 años", ha concluido.
Trabajo en equipo y solidaridad
La de Txikon ha sido una historia de superación, física, mental y científica. Un ejemplo de motivación y trabajo en equipo, aplicable a cualquier empresa. Cabe subrayar también la gran difusión por parte de los medios de comunicación que han apoyado en todo momento al alpinista en su gran sueño. Un seguimiento masivo que ha respirado cada metro de altitud de la montaña de 8.611 metros. Los imprevistos forman parte de la vida. Prueba de ello es el ‘stop’ que tuvo la expedición de Alex Txikon en el K2 para volar hasta el Campo Base del Nanga Parbat en un gesto de solidaridad y compañerismo.
Daniele Nardi y Tom Ballard desaparecían en la ascensión por el Espolón Mummery camino a coronar la segunda invernal de la historia de una de las montañas más grandes en volumen del mundo. Pero, desgraciadamente desaparecían sin dar señal alguna. Alex Txikon y parte de su equipo llevaron a cabo un rescate histórico en el que utilizaron drones y telescopio para poder encontrar rastro de ellos. Y así fue. Tras muchísimo esfuerzo encontraron los cuerpos de los dos alpinistas y esclarecieron los hechos de su pérdida.