Juicio y nueva dosis de realidad en Por trece razones
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Tras la llegada de la 2ª temporada de Por Trece Razones tocaba volver a despejar la mente tras un nuevo aluvión de bofetadas de realidad. Un sentimiento confuso, pues aunque esta temporada llega incluso a hacerse pesada, siguen sabiendo meter el dedo en la llaga en los temas más sensibles de esta sociedad. Como sensibles son los spoilers con los que debéis de tener cuidado.
Ahora, y transcurridos unos meses desde la muerte de Hannah Baker, sus padres se enfrentan a un juicio contra el Instituto Liberty, a quien hacen responsables de no haber visto los problemas que allí sufría su hija. Un juicio que lejos de salir bien, el jurado acaba fallando a favor del instituto, librándole de cualquier tipo de responsabilidad a pesar de la mucha que tienen tanto profesorado como resto de miembros que la forman. El propio Brian Yorkey, guionista y productor, comentó que los propios guionistas se reunieron a modo de jurado para votar el resultado final. El cual estuvo lejos de ser un final feliz, pero la vida está llena de decepciones que han querido volver a transmitirnos.
Pero aun peor es el segundo caso. En un giro de acontecimientos Bryce Walker es finalmente detenido, algo muy esperado desde la primera temporada. Aquí es fundamental el papel de Jessica Davis, quien finalmente se siente preparada y con fuerzas de denunciar a su agresor. Un gesto de valentía, tratando un tema tabú tan necesario de mostrar como es el miedo de una chica negra a enfrentarse a un hombre blanco, que además es la estrella de su equipo y cuyos padres son muy influyentes en la comunidad. El objetivo perfecto para ser tachada de mentirosa.
Carrie Goldberg, abogada de derechos de las víctimas, comenta que solo unas seis de cada mil agresiones acaban con alguien procesado por lo penal (al menos en Estados Unidos). Unas cifras de auténtica vergüenza, y que en la serie han querido volver a demostrar que siempre hay más razones por las que ser valiente, que nunca fácil. Sin embargo, nuevo juicio y nueva dosis de realidad. Casi contra pronóstico (en lo que a ficción televisiva se refiere), Bryce Walker solo es condenado a tres meses de libertad condicional en una de las escenas más irritantes de esta temporada de Por trece razones. Irritante, sí, pero que es un reflejo de nuestra contaminada sociedad. Brian Yorkey volvía a comentar que en su círculo interno muchos opinaban que los espectadores se podrían moquear con esa decisión del guión, cuya respuesta fue sencilla "Exacto. Que se cabreen. Porque esto ocurre cada hora, cada día, en todos los rincones del mundo". Y no hay más que ver lo vivido recientemente en nuestro propio país, donde siempre es más fácil generar la semilla de la duda a que haya una justicia real.