Laura Boado, de futbolista a camarera en 'First Dates': se crió en un bar y jugó en Segunda
Laura Boado fue una de las protagonistas de la última edición de la Isla de las Tentaciones 6. La gallega llegó al programa con Alejandro, su relación de un año y terminó encontrando el amor con Saúl Pina. Después de que se terminara la edición, se hizo oficial su fichaje como camarera del programa 'First Dates' de Cuatro.
La historia de Laura va más allá de la Isla de las Tentaciones. La joven gallega fue futbolista durante varios años de su vida. Jugó de portera en el primer equipo del Victoria, donde coincidió con varias futbolistas que luego jugarían en el Deportivo. Una lesión en la clavícula la llevó a tener que abandonar el balón, pero continuó ligada al mundo del fútbol. Antes de comenzar su relación con Alejandro, estuvo saliendo con Rayco, un delantero del equipo coruñés.
Laura Boado debuta en Cuatro
Laura hará su debut en 'First Dates' este lunes 29 de mayo con Carlos Sobera como presentador. La decisión de la productora de contratar a Laura tiene una explicación y es que, tal y como ella ha contado, se ha criado en un bar. Cuando ella era pequeña sus padres estaban a cargo de un restaurante en Santiago de Compostela.
“Me he pasado la vida en un bar porque, de pequeña desayunaba allí y luego me iba al colegio. Me traía el autobús a comer también al local lo que hubiera de menú del día y, por las tardes, si no tenía que estudiar o entrenar, también me bajaba para echar una mano o jugar una partida de cartas con los viejitos”, explica. Además, añade que "tuve suerte porque conocía a gente de todo tipo y de todas las edades. Hablaba y aprendía de todos”.
La gallega cuenta que después sus padres se separaron, pero sus madre abrió un nuevo restaurante en Arteixo, el Arde Lucus, una brasería donde la joven servía como camarera para poder pagarse la carrera deModa en A Coruña.
Por último, ha contado cuál es su anécdota favorita en el programa hasta el momento: "Me quedo con una pareja muy mayor, un señor de 90 años y una señora de 80 y tantos que tuvieron una cita preciosa. Pude ver perfectamente como conectaron y es que al final la gente mayor no está para perder el tiempo, son muy directos y enseguida saben si para adelante o no", sentencia.