Perdón al fútbol
Eso es lo que deben hacer el Sporting y el Real Zaragoza. Pedir perdón al fútbol. Más allá de decisiones arbitrales que pueden tener distintas interpretaciones, lo vivido un 5 de Enero de 2014 en El Molinón mancha la imagen de dos entidades históricas. Hay que pedir perdón por un espectáculo lamentable. En el deporte rey sobran los forofos que ven conspiraciones y alimentan el odio, sobran los que escriben mensajes a un árbitro en las redes sociales para intentar intimidarle, sobran los que van de deportivos y en cuanto ven dos tarjetas rojas de más pierden los papeles, sobran los que lo pagan con los periodistas que narran el partido para la televisión que tiene los derechos. Pero sobre todo sobran los que en frío, ya con las pulsaciones de andar por casa, siguen generando ese maldito odio y maquinando teorías absurdas.
Nadie quiere perjudicar al Sporting. Es algo tan evidente que me parece ridículo plantearlo. Hablar de "persecución intolerable" es algo bochornoso. Es pensar que la competición está adulterada, creer que los colegiados van condicionados desde el inicio y asegurar que somos tan importantes que todos nos tienen envidia y van a por nosotros. Error. El Sporting pinta lo mismo que el resto, más bien nada, y de hecho, si tuviera que decidir entre bien o mal, diría que cae bastante bien.
El Sporting tiene que ir a Zaragoza y pedir perdón. Si yo trabajara en Mareo, mañana mismo cogía un coche con Raúl Lozano y me plantaba en La Romareda para decir "lo siento". Y si me dejan, daría una rueda de prensa conjunta con Paco Herrera. Y propondría que García Pitarch viniera a Gijón para hacer lo mismo y salir ante los medios con Sandoval. La primera parte del Sporting fue maravillosa. Puro fútbol, transiciones rápidas, peligro contante. Es una delicia ver a Stefan, a Lekic, a Canella o a Nacho Cases jugando casi de memoria, al primer toque, buscando sin mirar las internadas de Jara o esa inteligencia exquisita que caracteriza a Alex Barrera. Dicen que los equipos buenos se parecen a sus entrenadores y en este caso cada día nos acercamos a una copia casi perfecta.
El partido se lo carga el árbitro, pero hasta cierto punto. La primera amarilla a Cases es justa, Luis Hernández no pintaba nada en la acción del descanso e Iván se fue a la calle por una situación evitable. Quedarte con 8 en un partido donde no pegas una patada es triste. El duelo está claramente condicionado y decir "no hemos ganado por el árbitro" adquiere cierto sentido en partidos como el que estamos analizando. Con ello, la reacción del Sporting es inaceptable. Los profesionales son eso, profesionales, y no pueden dejarse contagiar por lo que sienta la grada. El forofo es forofo y no entiende a razones, por eso no pueden marcar la reacción de una institución. Hay que hacer siempre lo correcto, no lo que te aporte el aplauso fácil de la afición.
Conozco a Raúl Lozano. No es amigo mío ni vamos juntos de vacaciones cada verano, pero sí hemos charlado en muchas ocasiones. Lozano no es violento, Lozano no es el loco que bajó al verde del estadio más antiguo del fútbol español con aires de pandillero. Lozano es buena gente, ye un paisano. Está viviendo una buena época porque él apostó por Scepovic cuando nadie en Europa quería al chico responsable de que hoy todos nos sintamos un poco serbios. Raúl está muy afectado, me consta. Le preocupa que su imagen y sobre todo la del Sporting queden manchados por esa acción. Repito mi argumento inicial. Creo que debe ir a Zaragoza, coordinado por ambos clubes. Debe llegar a la Ciudad Deportiva maña y pedir perdón. No vale con un frío comunicado en la web. Hay que ponerle cara al arrepentimiento. Absténganse de comentar por favor los que ya están saltando al grito de "¿Y el Zaragoza qué?!". Ellos que hagan lo que quieran, lo que les pida su conciencia. A mi mi corazón sportinguista me pide esto.
La gente debe saber lo que yo se, que Raúl Lozano está avergonzado por lo que hizo y que sus disculpas son sinceras. Prefiero que el Sporting tenga una línea de actuación por la cual sea el primero que pide perdón tras una riña, antes de convertirnos en un equipo que abre periódicos porque sus trabajadores (jugadores, entrenadores, directivos) tratan de imitar a 'La banda del chandal'.
"Al fútbol actual le falta educación", me dijo Don Enrique Castro Quini el otro día en una entrevista para Líbero. Precisamente eso, la educación, es lo que nos distingue del resto. Yo, como hincha del Sporting, le pido perdón al fútbol con la mano en el corazón.
lo que hay que leer...
Empiezo a entender porque nunca hay comentarios.... salu2
Es increible de verdad no me creo lo que he leido...¿pero usted ha visto el partido?ha visto las faltas y el numero de tarjetas?enfín Meana,procure ser un poquitín más riguroso la proxima vez,porque al final el arbrito era un bendito según usted o casi...lease algunas apariciones de dicho señor y luego escriba...en serio no me lo acabo de creer. salu2