Nuevos himnos
Los momentos históricos nos están arrollando. Una pandemia, una guerra y, hace unos días, la muerte de una monarca que todos creíamos inmortal. Con la muerte de Isabel II también llega un cambio en el himno de Reino Unido y a partir de ahora, después de 70 años, el ‘God Save’ irá acompañado por ‘The King’. En el Mundial de Catar lo escucharemos.
Un himno no es algo baladí. En unas pocas estrofas se condensa un fortísimo sentimiento de pertenencia que va más allá de lo racional. Y nada más irracional que la pasión por el fútbol. Pues salvando las enormes distancias, en las últimas horas el Málaga CF también ha cambiado de himno introduciendo dos nuevas palabras: Pepe Mel.
Es posible que a estas alturas ya se hubiesen medio olvidado del niño, Juan Y Medio y el nuevo técnico blanquiazul en un plató de Canal Sur, pero siento decirles que mucho tiene que cambiar la cosa o tenemos canción para rato. Eso sí, no sería de extrañar que los propios malaguistas hiciesen alguna modificación para evitar el uso de la melodía de otro club.
Durante unos días nos vamos a dejar llevar por la euforia de esta nueva canción, pero todo seguidor blanquiazul sabe de sobra que hasta que no empiecen a llegar los buenos resultados, habrá poco que cantar. Además, todavía hay que digerir la marcha de Guede, un jugador emblema que se convirtió en ilusión y faro cuando regresó al banquillo de La Rosaleda. Este último chasco ha sido monumental. Incluso antes de que tomase las riendas del club de Martiricos, muchos aficionados ya fantaseaban con el resurgir del club de la mano del argentino. Aunque quede un gusto amargo, la buena noticia es que ahora sí hay un técnico con experiencia en la categoría de plata, conocedor de sobra de los entresijos del fútbol español y sus dinámicas.
Mel sabe que en unos días se pasa “de blanco a negro” y que la memoria a corto plazo es la que rige el balompié. Llega con ganas de hacer que sus nuevos jugadores reseteen lo vivido en estos últimos meses y recuperen la "certidumbre de que van a ganar". El míster vivirá estos primeros asaltos con tranquilidad, ganándose la confianza del vestuario y sin olvidar que lo único que cuenta es competir, marcar goles y sumar puntos. Para el resto, el verde dictará sentencia.