El primer acercamiento entre Claudia Bavel y Oliver Buendía en Warrior Games: "Ven conmigo"

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Los concursantes charlan a solas entre miradas cómplices
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Oliver ayuda a Claudia Bavel con una dolencia en su pierna
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En medio del caos de sudor, esfuerzo y adrenalina que define Warrior Games, ha surgido algo inesperado: la chispa de un acercamiento. No ha sido en plena gala ni delante de los focos, sino en un momento casi íntimo durante uno de los entrenamientos más duros del programa de Mediaset Infinity. Claudia Bavel, aún con secuelas del combate que tuvo con Stella Ábalos, no solo dejó ver su lado más vulnerable, sino que encontró en Oliver Buendía un aliado (y algo más) que no pasó desapercibido.
El momentazo de Claudia Bavel y Oliver en Warrior Games
Los concursantes estaban inmersos en una intensa sesión de entrenamiento, cuando se colgaban de cuerdas, sorteaban obstáculos y practicaban el recorrido de una prueba. En medio de todo eso, Claudia se acercó a Oliver, visiblemente afectada por un dolor en la rodilla tras su combate con Stella.
“Me duele cuando me apoyo”, confesó ella, mientras le ofrecía un bote de crema que, según admitió, no sabía ni de qué era. “No sé... ¡ven conmigo! Es que yo no entiendo estas cosas... Tú estás fuerte y sabes cómo se aplica”, le pidió, buscando algo más que un simple masaje.
Oliver, fiel a su estilo directo pero con una sonrisa en la cara, no tardó en devolverle la broma: “O sea, tú lo que quieres es que te toque un poco la pierna…”. Y Claudia, lejos de achicarse, respondió sin rodeos: “Entonces te diría que me duele otra cosa”.
Ambos se alejaron del grupo y compartieron unos minutos llenos de complicidad. Mientras Oliver le aplicaba la crema, Claudia soltó: “Lo he hecho por ti, para que estés orgulloso de mí”, sobre su combate con Stella. Él, serio pero con tono protector, le corrigió: “Si haces algo, que sea por ti misma”. A lo que ella respondió, entre risas: “Sí, por nosotros”.
La conversación terminó con reflexiones más profundas. Claudia no salía de su asombro por la fuerza que había mostrado ante su compañera: “No me esperaba que fuera a ir así todo...”. Y Oliver, aprovechando el momento, le soltó una frase digna de mentor: “Has salido de tu zona de confort. Mientras más sales de esa zona, más fuerte te vuelves, sobre todo mentalmente”. Después volvieron al circuito para practicar, cogiéndose de la mano para mantener el equilibrio.
