Oca: fuerza, masa por aceleración
Francisco Ávila.Barcelona, 25 jul .- Añadir músculo a la innegable clase del equipo español, ese el nuevo giro de tuerca impuesto por el seleccionador español Miki Oca en la defensa del título mundial conquistado hace dos años en Barcelona.
Subcampeona olímpica en 2012, Campeona mundial en 2013 y del Europeo en 2014. Llega la selección femenina de waterpolo con la mejor disposición a su cita de cada verano, aunque cada vez el objetivo parece más complicado.
"Desde el principio me di cuenta de que el crecimiento de este equipo no tenía que venir solo desde lo táctico, sino también desde lo físico", asegura Miki Oca en declaraciones a EFE.
Cuenta que encerró a sus jugadoras en el laboratorio del CAR durante seis semanas para llevar a cabo un exigente plan. Camisetas lastradas, ejercicios con elásticos, partidos contra chicos, volumen, cargas, músculo, mucho músculo.
"Siempre habrá equipos que nos superarán físicamente por mucho que trabajemos, mis jugadoras difícilmente tendrán la estatura y los kilos de peso que tienen estadounidenses, las chinas, las australianas o las holandesas, porque su tipología es diferente", recuerda Oca.
La idea es otra, que con el físico se pueda subir el nivel de fuerza, de velocidad y de intensidad, partiendo de una premisa: "Manteniendo siempre nuestras características y nuestro waterpolo".
La idea de Oca es trabajar con intensidad la preparación física y adaptar unas pequeñas variaciones al juego para seguir creciendo. "Teníamos un sistema de juego muy definido, pero creíamos que los rivales y nosotros mismos nos obligábamos a seguir creciendo. Esa manera de jugar la dominábamos, no renunciamos a ella, pero queríamos hacer algo más para crecer", insiste.
Su idea es ampliar registros y aumentar los sistemas de juego. Para ello decidió que el equipo no tenía que salir a competir durante un tiempo, rehusó a la Superfinal de la Liga Mundial para no perder dos semanas de preparación. "Necesitábamos encerrarnos en nuestro laboratorio y trabajar todo esto", ha dicho.
Advierte Oca que el Mundial es un torneo muy abierto e insiste en que no es para curarse en salud. "Muchos equipos a gran nivel y muy igualados. Hay diez equipos que pueden dar un disgusto a cualquiera de los otros", dice.
Ahora bien, hay dos selecciones, la de Estados Unidos y la de Australia que en la última década han demostrado su regularidad en un torneo largo, todo un tesoro para conseguir medalla.
¿Y la presión por lo conseguido en el pasado? "Tenemos que pensar en lo que hicimos el año pasado, el anterior o en los Juegos. Está muy bien, pero con eso no se ganan partidos", insiste.
Sonríe cuando se le pregunta si va a recurrir al tópico "partido a partido" para salir adelante. "Hay que empezar de cero, esa es mentalidad. Partiendo de cero, pensando que es muy complicado, que tenemos muchas posibilidades, pero que es muy difícil. En Kazán es un torneo nuevo, todos empezaremos de cero y si piensas en lo que se ha conseguido en el pasado, más presión te vas a crear", ha asegurado.
Oca está satisfecho de cómo se han hecho las cosas. "Veo al equipo bien, las chicas han asimilado los conceptos y la gente nueva que está entrando -jugadoras juniors- lo está entrando muy bien. En principio todo está bien, veremos luego cómo funciona todo en la competición", insiste.
Habla de Clara Espar, Judith Forca y Laura Vicente y se le iluminan los ojos. "Lo están haciendo muy bien, entran a jugar y el equipo no se resiente, los cambios no suponen ningún bajón en el juego del equipo", cuenta.
Pero no esconde su debilidad por Paula Leytón, una jugadora de 15 año, cien kilogramos y 1,85 metros que este año ha sido la gran sorpresa.
"Tiene un potencial tremendo, es una maravilla cómo ha llegado esta jugadora al equipo y todas las mayores la acogen como si llevara cinco años en la selección", ha asegurado.
Confía en el equipo y en las inercias creadas, en la nueva metodología. Luego está la química. "Ese es uno de los secretos del grupo e influye muchísimo. Se ve, por ejemplo, cuando entra en el equipo una jugadora nueva. A los diez minutos lo acepta como suya y ya ves a las más experimentadas ayudándola", explica.
"Las chicas ya están motivadas, no he tenido que hacer un trabajo extra en este campo, porque el grupo no ha dado ningún síntoma de cansancio, de dejadez ni de estar empachado. Al contrario, el grupo respira y quiere seguir creciendo", ha dicho.
Puede ser que el resto de equipo le tengan más respeto a España, por todo lo que ha ganado últimamente, pero también todo esto tiene un inconveniente.
"Ahora todos nos quieren ganar, lo vimos en la Liga Mundial. Holanda y Grecia nos ganaron. Nos tienen respeto, pero no nos tienen miedo. No le damos importancia a estas cosas", ha asegurado.
Oca lo tiene claro, su equipo, como ha pasado en los últimos torneos, puede ganar a cualquiera, pero también puede perder. "No sería nada raro, no es una desgracia, puede suceder", responde.