Hervás dice que vivió "con naturalidad" el lance entre Villaécija y Belmonte

El técnico Francisco José 'Kiko' Hervás, entrenador responsable de la RFEN en el pasado Preolímpico de Aguas Abiertas de Setúbal (Portugal), ha asegurado que vivió "con naturalidad" el lance que se produjo en la carrera entre Erika Villaécija y Mireia Belmonte y ha recordado que en este deporte se producen muchos contactos.En la competición, Belmonte no logró plaza olímpica, algo que sí consiguió Villaécija, que estará en sus cuartos Juegos gracias a su decimocuarta plaza.
Dos días después, Javier Hernanz, remero de la selección española y novio de Mireia Belmonte, publicó en Twitter una foto de la mitad del rostro de la nadadora con el ojo izquierdo morado con el texto: "La competitividad entre deportistas del mismo país levanta el nivel. Pero utilizar técnicas antideportivas es sancionable", lo cual sembró malestar entre ambas partes.
Belmonte, posteriormente, quitó hierro al asunto, al comentar que en este deporte "hay mucho contacto entre los nadadores, ya que nadamos todos muy pegados", por lo que "los golpes que se dan en ocasiones pueden ser intencionados o fortuitos", pero en ese caso "quiero creer que fue un acto hecho sin maldad, ya que siempre debe prevalecer el deporte limpio".
En declaraciones a EFE, Hervás, que se encuentra en Banyoles (Gerona), donde se disputa el Campeonato de España de aguas abiertas, ha comentado que vivió "con naturalidad" lo ocurrido.
"Mireia le dijo a Erika que había recibido un golpe en la zona del ojo y que se lo había propinado ella. (Erika) no era consciente y rápidamente se disculpó. El ambiente fue cordial entre las dos y nadie de la delegación le dimos más importancia más allá del desafortunado lance de carrera que afectó a nuestras dos internacionales", ha dicho.
Hervás ha comentado que el ambiente en la delegación española fue "cordial" tanto antes como durante y después de la competición. "Todos sabían lo que nos jugábamos en el Preolímpico, ya que solo uno de los dos nadadores por prueba podía calificar", ha recordado.
El técnico ha admitido que las aguas abiertas son "un deporte de contacto" y ha recordado que en las pruebas compiten 60 ó 70 nadadores en un circuito con pases críticos, como los pasos de boya, avituallamientos y el embudo final de recta y de meta.
"Muchas veces no sabes si has dado un golpe tú o te lo han dado. Notas el impacto y entre varias nadadores puede ser cualquiera. Todos buscan rapidez y el camino más corto aún exponiéndose a los golpes", ha indicado.
Hervás ha comentado que en las pruebas los jueces de carreras son los que dictaminan sanciones si ven algo fuera de reglamento y específicamente hay jueces en los pasos de boya.
"Ante golpes sucesivos de un nadador te aperciben con tarjeta amarilla, y si detectan golpes malintencionados o agresión te sacan la bandera roja y en ese preciso momento debes abandonar la carrera y subirte a un barco de competición porque estás fuera", ha comentado.
Ha comentado el técnico que en la prueba femenina fueron expulsados la belga Eva Bonnet y en la masculina a un par de nadadores, entre ellos el húngaro Gergely Gyurta. "En el caso que se ha hablado de las españolas, no hubo nada", ha comentado.
"No podemos engañar y decir que no pasa nada en las pruebas de Aguas Abiertas. Este es un deporte donde hay golpes, pero se quedan en el agua porque hay unos árbitros y los deportistas tienen otro papel", ha insistido Hervás.
Al respecto, el técnico ha recordado que existen "unos códigos de conducta" como en todos los deportes y asegura que en las aguas abiertas "hay buen ambiente entre países y delegaciones".
"Nos conocemos algunos desde hace bastantes años y sabemos cómo somos y cómo actuamos en competición. Lo corroboro completamente tanto de mi época de nadador como ahora de entrenador", ha recordado.