Mireia Belmonte y el “regalo” de volver a nadar a mariposa tras su lesión de hombro: “Tenía esa espinita clavada”
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La cuatro veces medallista olímpica ha atendido a ElDesmarque
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Mireia Belmonte y un momento estelar como abanderada de la III Gala Desmarcadas
Mireia Belmonte ha elevado la bandera de España a lo más alto del podio en muchas ocasiones a lo largo de su carrera. Cuatro medallas olímpicas, catorce títulos mundiales y trece europeos ocupan sus vitrinas, aunque no solo a nivel deportivo está dejando un legado enorme.
Consciente de los pocos medios que tuvo en su formación como atleta profesional, ahora abandera uno de los circuitos más importantes de nuestro país, el Open Promesas Mireia Belmonte by Hyundai, en el que chicos y chicas de entre 12 y 15 años compiten en una única prueba de dos estilos.
A través de este evento, que el próximo mes de enero celebrará su cuarta y última etapa en Barcelona, se busca a los campeones del futuro y Mireia ha charlado con ElDesmarque para mostrar su orgullo por liderar el proyecto.
Durante la entrevista, la badalonesa ha confesado los duros momentos que ha pasado durante su trayectoria con los dolores que ha tenido en sus hombros.
El regreso de Mireia Belmonte a la mariposa
Y es que además de la gestión física, tuvo que lidiar también con lo emocional. "Me costó, porque soy una persona que cuando estoy bien, lo doy todo. Y en lesiones así, cuando lo das todo, al día siguiente no puedes moverte. Entonces había que buscar un equilibrio: si hoy en vez de dar un 10 tengo que dar un 7 para mañana seguir con la misma línea, tengo que rebajar un poco esa intensidad y exigencia. Es lo que me costó", reconoce.
Estar una semana parada después de entrenar dos días era una de las consecuencias de su lesión, que le obligó a aplicar "control, paciencia y cabeza fría, porque, aunque tú quieras, el que manda es tu cuerpo", añade.
Hace unos meses, Belmonte pudo volver a nadar a mariposa, el estilo que más exige a las articulaciones en las que había tenido problemas. Para ella, nos cuenta, fue "un regalo".
"Es el estilo en el que he conseguido mis mejores resultados. Para mí era difícil, primero, no poder nadar en general, porque estuve casi un año y medio sin poder mover los hombros, pero nadar a mariposa era esa espinita que tenía clavada", asume.