Razer DeathAdder V4 Pro: un ratón con precisión quirúrgica y máxima velocidad

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Razer Viper V3 Pro: precisión y ligereza extremas
Si los ratones de gaming fueran estrellas del cine o del rock and roll, sin duda el Razer DeathAdder sería una de las más grandes, esas que se llevan todos los focos y deslumbran en las alfombras rojas. Con más de 20 millones de unidades vendidas desde su debut, la serie se ha ganado un lugar privilegiado en el escritorio de millones de jugadores. Ahora, en 2025, Razer lanza su versión más refinada y ambiciosa hasta la fecha: el DeathAdder V4 Pro. Un ratón inalámbrico ultra ligero, que deja atrás todo lo superficial para enfocarse exclusivamente en la excelencia del rendimiento.
Para alcanzar esta nueva cota de excelencia, la marca ha vuelto a contar con la comunidad y, sobre todo, con el asesoramiento de jugadores profesionales. En este caso, entre otros, han contado con el sello de aprobación de NiKo, leyenda de Counter-Strike y parte fundamental en su fase de testeo con el prototipo “Erlkönig”. Este modelo camuflado ha sido validado directamente en torneos de primer nivel como el PGL Bucharest 2025. ¿El resultado? Una victoria contundente que reafirma su carácter competitivo. Pero lo más sorprendente es que todo este músculo técnico se oculta tras un diseño sobrio, ergonómico, extremadamente ligero y sin luces RGB ni estridencias de ningún tipo. En el V4 Pro, menos es definitivamente más.
Diseño y ergonomía: minimalismo funcional
Durante más de una semana de uso intensivo, lo que más me ha sorprendido no han sido sus cifras técnicas (que son impresionantes y ahora os doy alguna), sino lo invisible que se vuelve una vez lo tienes en la mano. Es de esos dispositivos que no llaman la atención por su diseño, pero que se convierten rápidamente en una extensión natural de tu cuerpo.

El ratón mantiene la forma ergonómica característica de la saga, pensada para manos diestras y perfecta para agarres tipo palma o garra. Nada se siente forzado: los dedos encuentran su sitio sin esfuerzo, y la sensación de control es inmediata. Todo ello potenciado por un peso increíblemente reducido (solo 56 gramos en la versión negra y 57 la blanca, sí un gramo más por la pintura blanca), lo que lo convierte en el DeathAdder más ligero hasta la fecha, y en uno de los más livianos del mercado dentro de su categoría.
Pese a esta ligereza, no transmite fragilidad en absoluto. De hecho, los materiales reciclados y la fibra de poliamida de base biológica que lo componen le aportan una rigidez inesperada. Las paredes laterales tienen una firmeza notable, y la superficie presenta un acabado muy suave (mucho más suave que anteriores versiones), pero con el suficiente agarre como para no necesitar cintas adicionales (aunque se incluyen, por si acaso). El ratón es ahora 7% más compacto y hasta 72% más rígido en sus laterales, aportando una sensación de solidez sorprendente para su ligereza.
Toda la tecnología y un poco más
Lo primero que notas al empezar a usarlo es su fluidez. El ratón literalmente se desliza por la alfombrilla con una suavidad que sorprende, gracias a unas bases de teflón (PTFE) mucho más grandes y colocadas con inteligencia, especialmente en torno al sensor. Esa misma fluidez se traslada a la experiencia de juego, donde cada movimiento, por mínimo que sea, se traduce con una precisión asombrosa en pantalla. Es aquí donde entra en juego el nuevo sensor óptico Focus Pro 45K de Razer, que más allá de sus impresionantes cifras (hasta 45.000 DPI y 99,8% de precisión) brilla por cómo se siente: ágil, exacto y sobre todo coherente.

Uno de los mayores aciertos del V4 Pro es la forma en que combina tecnología avanzada con sensaciones reales. Por ejemplo, su capacidad para adaptarse a diferentes superficies (incluido el cristal) o su ajuste automático del corte de elevación al despegar el ratón no son funciones que veas, pero sí que sientes. Cambies o no de alfombrilla, la respuesta del cursor sigue siendo consistente. Y cuando juegas a shooters tácticos, eso se traduce en confianza. El tipo de confianza que te permite centrarte en lo que importa: apuntar bien.
Otro elemento que ha cambiado de forma radical —y para bien— es la conectividad inalámbrica. El nuevo dongle HyperSpeed Gen-2, que ahora tiene forma de media esfera con base pesada, ha sido rediseñado no solo para verse mejor en el escritorio, sino para ofrecer una señal más estable. Lo hemos probado en entornos saturados de dispositivos inalámbricos y la conexión nunca ha fallado. Además, se agradecen mucho los indicadores LED visibles directamente en el dongle, que te dicen al momento cuánta batería queda o en qué frecuencia estás operando, sin tener que abrir software alguno (aunque puedes personalizar al máximo la función de estos tres leds con el software Synapse, a tu gusto).

En términos de latencia, la experiencia raya lo invisible. Literalmente. Razer habla de una media de 0,29 milisegundos en la transmisión del clic al ordenador, y aunque es difícil cuantificarlo sin equipo de medición, lo que sí es evidente es que la respuesta es instantánea. Si has usado ratones inalámbricos en el pasado y has notado ese leve retardo que te hacía dudar si habías clicado a tiempo, olvídalo aquí.
Autonomía, clics y una rueda revolucionaria
Y lo mejor es que todo este rendimiento no castiga la autonomía. Después de seis días usándolo durante horas en sesiones de trabajo y juego, todavía no había bajado del 80% de batería. Incluso funcionando en la frecuencia más alta (8.000 Hz, otra de sus armas principales) la duración sigue siendo más que razonable, con unas 18 horas estimadas de uso continuo. Y promete hasta 120 horas de uso continuo a 1.000 Hz.
Donde también se nota un salto cualitativo es en los clics. Razer ha incorporado interruptores ópticos de cuarta generación, que se sienten ligeros pero muy definidos. No hay doble clics accidentales ni sensaciones esponjosas. Cada pulsación es limpia, con una respuesta rápida y un maravilloso sonido metálico que es altamente satisfactorio. A pesar de que muchos jugadores profesionales no lo escucharán con los auriculares puestos, los asesores profesionales que han ayudado en su diseño pidieron expresamente este bonito sonido de clic que a mí me tiene enamorado. Y está diseñado para durar: Razer habla de 100 millones de clics de vida útil, pero más allá de la cifra, lo importante es que dan ganas de clicar.

La rueda de desplazamiento merece mención aparte. En este modelo, Razer ha cambiado por completo el sistema mecánico tradicional y ha introducido por primera vez un scroll óptico. La diferencia se nota desde el primer giro: no hay saltos, no hay desplazamientos inversos, no hay desgaste. Solo una sensación constante, con retroalimentación táctil muy precisa, ideal para cambiar armas, navegar por inventarios o simplemente hacer scroll por un navegador con suavidad quirúrgica.
Nuevo Razer Synapse: más control y opciones
El software Razer Synapse sigue siendo el cerebro de toda la personalización. Ahí es donde puedes ajustar sensibilidades, calibraciones, modos de ahorro de energía o incluso crear perfiles dinámicos que cambian de DPI según la velocidad de tu mano. Pero lo interesante es que, incluso sin tocar nada, el ratón ya viene tan bien afinado que se siente perfecto desde el primer segundo.
Cada parámetro del ratón se puede ajustar desde Synapse, lo que permite una personalización quirúrgica adaptada a cualquier estilo de juego: Asymmetric Cut-off (define alturas de despegue y aterrizaje independientes en 26 niveles), Smart Tracking (ajusta automáticamente el despegue en diferentes superficies), Motion Sync (sincroniza la señal del sensor con los intervalos del monitor para una fluidez perfecta), Dynamic Sensitivity (cambia entre curvas de DPI según la velocidad de movimiento) o Mouse Rotation y Sensitivity Matcher (ideales para usuarios que juegan con el ratón en ángulo).
También incluye configuraciones predeterminadas completas, tanto para juegos concretos como realizadas por perfiles de jugadores profesionales.

Conclusiones del Razer DeathAdder V4 Pro
En lugar de seguir la tendencia de añadir botones extra o iluminación personalizable, Razer ha optado por una filosofía más purista: diseñar un ratón exclusivamente para el rendimiento competitivo. Con su forma ergonómica, su sensor de última generación y su conectividad optimizada, el DeathAdder V4 Pro representa lo mejor de Razer en términos de ingeniería de precisión. No es el ratón más versátil del mercado (su falta de botones extra lo aleja de usuarios de MMO o multitarea), pero en juegos de alta exigencia mecánica, como los shooters tácticos, es simplemente sobresaliente.
La ambición del Razer DeathAdder V4 Pro es convertirse en el ratón de referencia para los que priorizan la precisión, la velocidad y la fiabilidad por encima de todo lo demás.