LAN Party Adventures, todo un viaje a la era dorada de los 'ciber'
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Un nostálgico juego que te traslada a los inicios de internet
Si hay algo que siempre funciona es el efecto nostalgia. Y en torno a ese sentimiento gira LAN Party Adventures, todo un viaje de vuelta al inicio de los años 2000 o incluso finales de los 90, en los que tener internet era una odisea y un privilegio al alcance de unos pocos. No existían las redes sociales como tal, pero sí los foros y los chats, a los cuales accedíamos con nuestras visitas rutinarias a los cibrcafé.
Este regalo nos llega de parte del estudio peruano Leap Game Studios, que ya el año pasado nos sorprendiera con Dicefolk, un roguelike al más puro estilo RPG clásico donde las tiradas de dados marcaban nuestra estrategia. Un título radicalmente opuesto a este que tenemos ahora, donde todo se basa en la tranquilidad que siempre transmite jugar con el hardware de tu PC.
Los que ya peinamos canas recordamos aquella época con un enorme cariño. Pues muchos de hoy en día no sabían esa dependencia de tener que acudir a locales especializados para simplemente poder consultar tu correo, algo que tenemos ya incluso en nuestros relojes. Una era en la que la magia residía en esas reuniones en casa de ese amigo que sí tenía internet, cargando con la torre de tu PC, tu pantalla y tu teclado y ratón. Las infinitas horas a Counter-Strike, Age of Empires II o Quake 3 dan buena fe de ello.
Un juego de cables, tan placentero como peligrosamente repetitivo
Todo empieza como ya podíamos disfrutar en la propia demo. Nos llega un nuevo PC a casa y debemos montarlo entero, necesitando para ello un cable de corriente, uno de VGA para el monitor, el que conecta el teclado, el del ratón, y por supuesto el cable telefónico. La pena es que falta la mítica llamada de nuestro modem, que literalmente llamaba al receptor para darnos línea de internet. Una vez hecho esto, también deberemos trastocar con el software para configurar el PC. Todo gracias a un código ipconfig la mar de útil aún hoy en día.
Todo esto nos sirve a modo de tutorial. Rápidamente y sabiendo esto, nuestro mejor amigo nos invitará a su casa para que montemos nuestra primera LAN Party de Terror Strike. Pues si algo no le falla al juego es un hilarante sentido del humor aprovechando los vacíos legales y el ingenio para evitar pagar por derechos de copyright. Y aquí empieza la primera de nuestras 'LAN Party Adventures', mientras que de paso cada escenario está repleto de secretos y coleccionables. Esa exitosa LAN Party hace que incluso desde nuestro colegio nos pidan el mismo favor, y ahí es donde la cosa se empieza a poner interesante.
Una historia inesperadamente oscura
Tras las dos primeras fases todo apuntaba a que fuese un juego 100% chill. Ir a un lugar, montar varios ordenadores, disfrutar del poder hacerlo a nuestro gusto, sin prisa, y de paso buscar coleccionables. Todo cambia con un giro radical de la trama, que pondrá en peligro a uno de nuestros mejores amigos. Pero no hay tiempo para preocuparse, ya que cada vez tendremos más responsabilidades.
La siguiente LAN Party Adventures será, como decimos, en nuestro colegio. Pero en lo que se refiere a nuestra experiencia tenemos que decir que es aquí donde nos hemos topado con algún problema. Ya que dando vueltas por el aula te topas con algún que otro objeto invisible con el que chocas sin poder avanzar. Y es bastante molesto dar vueltas a ciegas por un trozo de escenario que a priori estaba vacío, hasta encontrar el camino a tu objetivo. Bugs que esperemos que solucionen con el tiempo.
Pero por lo demás, lo cierto es que la trama se va poniendo cada vez más interesante. Y aunque el gameplay como tal es repetitivo, poco importa pues es fácil sumergirse y comprarlo para ver cómo se va resolviendo todo. Algo de lo que es mejor no hablar por no destripar parte de su historia. Pues son estas habilidades nuestras sabiendo montar equipos y configurarlos desde dentro lo que nos irá permitiendo ir desgranando este misterio.
Lo malo es que cada escenario es independiente y solo se guarda al inicio de cada uno. Algo así como el guardado en juegos tipo Stardew Valley, donde solo existe el auto-guardado al inicio de cada día. Por lo que si no tenemos un buen rato para jugar, perderemos todo el progreso al salirnos de la partida. De todas formas, el juego entero no debe llevarnos más de 5-6 horas. Incluso si lo jugamos tranquilo y buscando todos los coleccionables.
Conclusiones de LAN Party Adventures
En resumidas cuentas, LAN Party Adventures no parece un juego hecho para todos los públicos. Funciona a través de ese efecto nostalgia, y sería extraño que las nuevas generaciones disfruten montando un PC a la vieja usanza usando herramientas (como un diskette) que muchos es posible que no conozcan su existencia. Para todos los demás, es una experiencia a probar y disfrutar.
*Plataforma analizada: Steam
Lo mejor
- El inmediato efecto nostalgia que nos transmite
- Cualquier apasionado del hardware se enganchará enseguida. El cableado y organizarlo todo siempre tiene algo adictivo
- El brillante humor en toda y cada una de sus referencias directas, evitando los derechos de autor
Lo peor
- El gameplay es bastante repetitivo, aunque es el propósito del mismo
- Bastantes bugs visuales como objetos invisibles que nos impiden movernos con libertad
65/100