Reacción incompleta e insuficiente

La sensación es que si el partido hubiera durado 180 minutos más, el Málaga tampoco habría sido capaz de ganar en Los Pajaritos. Igual suena duro, pero es muy difícil aspirar al ascenso jugando de una manera tan plana, sin ser capaz de generar ocasiones salvo en acciones a balón parado. Este lunes, un tanto de Ricca a la salida de un córner salvó a los blanquiazules de una derrota ante un Numancia que es ahora decimotercero. Empate y punto que no es que sepa a poco, es que no sabe a nada (1-1). El Málaga ha ganado sólo un partido de los últimos ocho, y así no se sube a Primera. 

Salía Muñiz con dos cambios en el once, uno de ellos bastante sorprendente. El asturiano apostó por Seleznyov en Los Pajaritos y dejó en el banquillo a Blanco Leschuk, que no era suplente desde la segunda jornada liguera. La otra novedad era la presencia de Mula como extremo izquierdo en detrimento del sobrecargado Ontiveros, que no viajó a Soria.

Tras el tanteo inicial por ambas partes, la primera gran ocasión del encuentro fue para los locales. Medina recogió un rechace de un córner y enganchó un tremendo derechazo desde fuera del área que se estrelló contra la base del palo izquierdo de Munir, que hizo la estatua y respiró cuando vio como la madera repelía el esférico. Tuvo mala suerte el lateral del Numancia, que además de no lograr el gol cayó lesionado y tuvo que ser sustituido poco después. El Málaga se limitaba al plan de casi siempre, con prácticamente los once jugadores en campo propio durante todo el partido y sin crear juego ni ocasiones. No le duraba nada el balón al cuadro blanquiazul, y así es complicado...

Paupérrima primera mitad

Media hora tardaron los de Muñiz en tratar de proponer algo, pero sin acierto de ningún tipo. El equipo acusa una falta de confianza tremenda en todos los sentidos, se palpa en cualquier acción. Pasada la media hora llegó un primer (y tímido) arreón malaguista, con opciones de gol para Seleznyov y Renato Santos, pero el ucraniano estuvo lento y el disparo posterior del portugués se marchó desviado por poco.

Fue un espejismo. Poco después, en el minuto 40, el Numancia se adelantó en el marcador por medio de Diamanka, que recogió un rechace en el interior del área y fusiló a Munir. Ganea colgó un buen centro y David Rodríguez conectó un cabezazo que se estrelló en el palo. El balón llegó al centrocampista senegalés, que tuvo sangre fría para empalarla y poner por delante a los sorianos. Primera parte para olvidar del Málaga, que se fue al descanso perdiendo y ofreciendo una imagen paupérrima.

Doble cambio tras el descanso

Obviamente, los primeros 45 minutos no gustaron a Muñiz. El asturiano intentó reaccionar dando entrada a Iván Alejo y Blanco Leschuk tras el paso por los vestuarios, quedándose en la caseta Mula y Keidi Bare. El extremo pucelano arrancó con ganas y en apenas tres minutos ya había percutido más por banda que Renato y Mula en toda la primera mitad. Salió con otro ímpetu el Málaga, y obtuvo recompensa muy pronto, en el 48'. Ricca provocó un córner y fue el propio uruguayo el que remató al fondo de las mallas un buen centro de Renato Santos. Cuarto tanto del charrúa, que tiene un imán en el área y es ya el tercer máximo goleador del equipo igualado con Harper, hoy en la grada.

Pero la reacción no fue completa. El Málaga volvió a retrasar líneas tras el empate y dejó que el Numancia, que arrancó el segundo tiempo con el norte perdido, volviera a sentirse cómodo sobre el césped y combinara con relativa comodidad cuanto tenía el balón. La tuvo en el minuto 66 el recién ingresado Higinio a la salida de un córner con un testarazo que sacó Munir a bocajarro con una mano salvadora. Poco después, también tras un saque de esquina, Adrián pudo hacer el 1-2, pero su remate de cabeza se marchó desviado por muy poco.

Muñiz agotó los cambios y dio entrada a Hugo por Seleznyov, que volvió a no enterarse de nada, y esta vez tuvo 70 minutos para tratar de aportar algo. El canterano fue protagonista en un cuatro para dos a la contra que no pudieron ejecutar peor los blanquiazules. Una oportunidad de oro para adelantarse que se fue al limbo por la falta de calidad y de acierto en los metros finales. Pero los locales también querían los tres puntos y Fran Villalba metió el miedo en el cuerpo al Málaga estrellando en el larguero una falta directa en el 81'. Pese a la necesidad de sumar de tres de los de Muñiz, los que acabaron en campo contrario en busca del triunfo fueron los locales, que gracias a este punto se colocan decimoterceros. Pobre imagen, pobre juego y pobre resultado del Málaga en Los Pajaritos. Sigue sin carburar el equipo, pasan las jornadas y cada vez está más lejos de los puestos de ascenso directo. Y partidos como el de este lunes demuestran que no es fruto de la casualidad o de la mala fortuna.