El blindaje ‘light’ del Sánchez-Pizjuán y la ciudad deportiva

Dentro del ‘Gran pacto’ suscrito por los grandes accionistas del Sevilla FC hay una concesión a la galería. después de un largo periodo en el que grupos como Accionistas Unidos han pedido un blindaje del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios.

Pues bien, el consejo, en su reunión del 25 de noviembre, ha decidido incluir en el punto 7 del orden del día un cambio de estatutos en el que añadiría un nuevo apartado, el 18 bis, para calificar al estadio y a la ciudad deportiva como “activos esenciales”. ¿Qué significa esto? En ElDesmarque vamos a tratar de explicarlo.

En los últimos años los pequeños accionistas, agrupados fundamentalmente en Accionistas Unidos, han pedido un blindaje de estos dos bienes inmuebles del Sevilla, requiriendo que se necesitara la aprobación de hasta el 85% de la masa accionarial para actuar sobre ellos.

Sin embargo, la idea que va a presentar el consejo en la próxima Junta de Accionistas se parece pero no llega a esos términos. Éste es el acuerdo al que llegó hace unos días:

“Incluir en los estatutos sociales que el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán y la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios son activos esenciales de la sociedad en el sentido del artículo 160 de la LSC con independencia del porcentaje que represente su valor respecto del valor de los activos sociales totales, y se establece un quorum reforzado para cualquier acto de transmisión o enajenación de los mismos, equiparándola a la modificación de los propios estatutos sociales. Tendrán la consideración de activo inmobiliario esencial independientemente de su denominación e independientemente del valor contable que tenga en cada  momento en el Balance de la Sociedad y de la proporción que represente su valor respecto del valor de los activos totales de la Sociedad”.

Esto viene a decir que para ‘tocar’ el estadio o la ciudad deportiva, habrán de concurrir en ella, en primera convocatoria, representantes de más del 50% del capital suscrito. En ese caso bastaría con una mayoría simple. Si la Junta se celebrara en segunda convocatoria, siendo suficiente con tener el 25% del capital presente, se necesitarían dos tercios del capital representado en la Junta para que se pudieran cambiar los acuerdos fijados en el artículo 18 bis de los estatutos que se aprobarán, salvo sorpresa, el próximo 30 de diciembre.

La sensación es que esto queda muy lejos de lo que pretendía Accionistas Unidos, motivo por el que trató de agrupar 5.000 acciones de las que más de 1.000 fueron rechazadas por el club. Por ello no se incluye el blindaje del estadio en el orden del día con un punto exclusivo para él, pero sí entrará en el punto destinado a la modificación de estatutos.

“No se entiende un Sevilla FC sin el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán en Nervión, y su Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios en la carretera de Utrera”, dice Castro en la carta publicada el viernes, y es bien cierto que su consejo de administración está trabajando mucho en la mejora de estas infraestructuras. Pero también da la impresión de que se trata de un blindaje ‘light’, pues basta con que la mitad más uno del capital social vote en primera convocatoria para poder vender o cambiar estas infraestructuras.

Sí es verdad que si, hipotéticamente, algún día se vende la mayoría del club a un inversor, éste podrá usar todas las triquiñuelas necesarias para hacer con el estadio o la ciudad deportiva lo que se le antoje. La parte buena es que, aunque no sea lo que se demandaba, al menos es un primer paso.