Una eliminatoria que huele al hexacampeonato: del regreso al Philips Stadium al reencuentro con el héroe de Colonia
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El PSV Eindhoven, rival del Sevilla en el play-off de la Europa League
La historia del Sevilla FC con la UEFA Europa League es inigualable. Es lo normal cuando un club domina una competición con mano de hierro como lo hace el nervionense, con el doble de títulos que sus inmediatos perseguidores, equipos del calibre de la Juventus de Turín, el Inter de Milán, el Liverpool y el Atlético de Madrid. Casi nada. Y la palabra Eindhoven suena como una especie de santo grial para el sevillismo.
El Sevilla ha regresado este lunes a un sorteo de eliminatorias de la segunda competición continental. Tras quedar tercero en su grupo de la UEFA Champions League, los nervionenses han entrado en el bombo de la ronda de play off para quedar emparejado con el PSV Eindhoven, un cruce inédito que, paradójicamente, trae bonitos recuerdos de la andadura sevillista por este torneo.
La historia de amor del Sevilla con la Copa de la UEFA nació precisamente en esta ciudad del este de Holanda. Un 10 de mayo de 2006, Eindhoven se llenó de sevillismo -inolvidable la Plaza Markt- y el Philips Stadium se convirtió en el primero de los recintos sagrados europeos del credo sevillista. El equipo de Juande Ramos vapuleó al Middlesbrough inglés en la sede del PSV para proclamarse campeón continental por vez primera, con goles de Luis Fabiano, Maresca (2) y Kanouté. El Sevilla regresará casi 17 años después a un lugar que nunca olvidarán los sevillistas.
Nos vemos pronto, @LuukdeJong9 😉🏆 #UEL pic.twitter.com/XeEPES3oeu
— Sevilla Fútbol Club (@SevillaFC) November 7, 2022
Fue la primera de una serie de títulos que, tras pasar por Glasgow, Turín, Varsovia y Basilea, vio su punto y final -o seguido- en Colonia. En plena pandemia, con los estadios cerrados y una fase final a partido único que se disputó en Alemania en agosto, el Sevilla conseguía su sexto título de la UEFA Europa League de la mano de Julen Lopetegui.
El gran héroe de aquel título, con permiso de Bono, fue Luuk de Jong. El holandés había sido fichado ese verano procedente del PSV Eindhoven y, pese a haber sido discutido mucho por la afición, acabó siendo fundamental marcando un gol al Manchester United en las semifinales y dos al Inter de Milán en la final.
De Jong regresó el pasado verano al PSV, el club de su vida, y tendrá la oportunidad de regresar al Sánchez-Pizjuán como un nombre destacado de la historia sevillista. Lleva cinco goles y cinco asistencias en los 13 partidos que ha jugado esta temporada. El sevillismo le brindará un gran recibimiento, pero espera que no tenga un gran día contra ellos cuando llegue febrero y la eliminatoria se dispute en apenas siete días. Una eliminatoria que huele a Europa League y a trofeos levantados, sin duda alguna.