Oficial: Vuelven los mercados ambulantes de comida a Valencia
La Conselleria de Sanidad ha fijado en una resolución las condiciones para la apertura de los mercados de venta no sedentaria de productos de primera necesidad durante el estado de alarma a partir del 30 de abril (mercadillo de comida y productos de primera necesidad), entre ellas la separación de 2,5 metros entre puestos y una distancia de 2 metros con el cliente. La resolución, que parte de la Conselleria de Agricultura y de Economía y a la que ha tenido acceso EFE, recoge que los mercados no sedentarios podrán adaptarse o mantener su actividad en los lugares habituales siempre y cuando se desarrollen en espacios, cubiertos o no, delimitados con vallas u otro medio que permita marcar los límites, garantizar el control de afluencia, la separación de establecimientos y la distancia social, todo ello para combatir la pandemia del coronavirus.
IMPORTANTE
Publicada la Resolución @GVAsanitat junto @GVAagroambient y @GVAeconomia con las condiciones d REAPERTURA d Mercados no sedentarios
Pequeños productores siguen cultivando y cuidando nuestra tierra 👨🏼🌾👩🏻🌾
En nuestras manos agradecerles su esfuerzo!https://t.co/eoZ7rpomE3 pic.twitter.com/Ch2eGsj6qV— Mireia Mollà (@MireiaMolla) 25 de abril de 2020
Condiciones para que se puedan abrir mercadillos y puestos ambulantes
Se podrán celebrar mercados en espacios cubiertos y no cubiertos habilitados para ello, y los mercados que no puedan mantener la actividad en un entorno cerrado tendrán que trasladar su ubicación a las instalaciones deportivas o de otro tipo que adoptan medidas de control para dosificar el aforo.
Solo se permitirá puestos de venta de productos exclusivamente alimentarios y de primera necesidad, excluyendo hostelería y restauración, y los puestos deberán estar separados por una vía de tránsito y con una distancia mínima entre ellos de 6 metros, con una separación lateral mínima de 2,5 metros.
Dentro de un puesto, los vendedores deberán guardar una distancia de 2 metros y, si no es posible, solo podrá haber uno.
Se marcará un distanciamiento con cinta adhesiva u otro medio a 2 metros entre el puesto y la clientela, y se establecerá la misma distancia para las personas en espera.
Se garantizará la vigilancia del espacio donde se celebre el mercado durante el horario de funcionamiento, para el cumplimiento de la distancia social y para evitar aglomeraciones, y en la entrada se dispondrá de un dispensador de hidrogel u otro desinfectante, de obligado uso para el acceso al espacio de compra.
No se podrán tocar los productos
Únicamente el vendedor podrá tocar los alimentos o productos, y siempre con guantes, mascarilla y siguiendo las recomendaciones de higiene frente a la COVID-19, y cada puesto dispondrá de dispositivos para residuos de acceso con pedal y bolsas que permitan su cierre estanco.
Los puestos deberán ser limpiados y desinfectados con frecuencia y, al acabar la jornada, se limpiará toda la maquinaria y otros elementos.
La Unió ha emitido un comunicado en el que señala que había reclamado en varias ocasiones que se autorizara la celebración de estos mercados cumpliendo unas condiciones de apertura.
Cada Ayuntamiento decidirá sobre su mercadillo
Ahora, corresponderá a los ayuntamientos decidir o no su celebración, y La Unió insta a las autoridades locales a «tener sensibilidad» y que puedan celebrarse con las normas que se marcan desde la Generalitat.
La Unió ha señalado que ha trabajado en las últimas semanas con la Delegación del Gobierno, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y la Generalitat para que esta regulación fuera factible.
El objetivo, recuerda, era «evitar más pérdidas a todas aquellas personas productoras que abastecen o venden en este tipo de mercados, y que no pueden acogerse a las medidas de compensación establecidas por el Gobierno como el cese de actividad porque tienen que continuar manteniendo el cultivo o los animales».
La organización agraria proponía retomar la actividad de estos mercados no sedentarios, y más teniendo en cuenta que buena parte de la venta corresponde a productos de la máxima proximidad.
«No tenía lógica su prohibición y dejar que los supermercados y grandes superficies sí pudieran abrir sin ningún tipo de problemas», según la organización agraria.