¿Está el coronavirus está en el aire? La OMS rectifica tras la presión de los científicos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) modificó este viernes su web de información al público sobre el coronavirus COVID-19 para admitir en ella que la transmisión por vía aérea del coronavirus podría ser posible, principalmente en entornos cerrados y en determinadas circunstancias.
"Se han producido brotes de COVID-19 en ciertos lugares cerrados, tales como restaurantes, clubes nocturnos, lugares de rezo o zonas de trabajo donde la gente estaba gritando, hablando o cantando", en los que la transmisión por vía aérea "no puede ser descartada", destaca la nota informativa.
Añade que podría haberse dado este tipo de contagio en recintos mal ventilados donde personas con coronavirus hayan podido pasar un largo periodo de tiempo con otras.
El lío está servido entre los científicos y la Organización Mundial de la Salud por la transmisión del coronavirus por el airehttps://t.co/NEM49u8kfE
— ElDesmarque (@eldesmarque) July 6, 2020
La OMS, su teoría básica y más estudios sobre el coronavirus
La OMS añade que se necesitan más estudios "urgentemente" para investigar este tipo de transmisión, aunque subraya que por ahora la principal vía de contagio demostrada es por contacto con pequeñas gotas expulsadas por personas infectadas al toser o estornudar.
Este contagio también sería posible si estas gotas quedan en determinas superficies (muebles, pomos de puertas, barandillas), pasan por contacto a otras personas y éstas se tocan los ojos, la nariz o la boca.
El pasado martes, expertos de la OMS ya adelantaron en rueda de prensa que no descartaban una posible transmisión por vía aérea del virus (lo que lo haría mucho más contagioso) en determinadas condiciones, en respuesta a la llamada de más de 200 científicos a investigar esta posible vía de infección.
El diario The New York Times público el lunes una carta abierta en la que 239 científicos exigían a la OMS tomarse más en serio la hipótesis sobre una transmisión aérea del coronavirus y subrayaban que los estándares de distancia social frente a la COVID-19 eran insuficientes.