La Copa del Rey en La Cartuja: otro año más 'perdido' para el Sevilla

Otro año, otra oportunidad perdida para el Sevilla. El conjunto blanquirrojo, tras varios cursos asegurando que la Copa del Rey es uno de sus grandes objetivos, volverá a vivir una final muy cerca de casa sin asistir.

Un año tras otro. Un curso tras otro. Hablar de la Copa del Rey en el Sevilla es hablar, posiblemente, de uno de los objetivos marcados a principios de temporada. Nadie esconde que es el camino más rápido hacia un título -más tras el nuevo formato-, nadie esconde que es el camino más rápido hacia Europa, pero al Sevilla se le sigue resistiendo.

El conjunto blanquirrojo, que se había convertido en uno de los fijos en las rondas finales de la competición, lleva sin asistir a la finalísima del torneo desde la temporada 2017/18, cuando cayó derrotado ante el FC Barcelona por un duro 0-5.

Desde entonces, los nervionenses han caído en cuartos de final (18/19), en octavos (ante el Mirandés, 19/20), en semifinales (ante el Barça, 20/21, su mejor participación en esta década), en octavos ante el Betis (21/22), en cuartos ante Osasuna el pasado año y este curso otra vez en cuartos ante el Atleti.

Esta temporada, además, como reconocían los propios protagonistas, se antojaba vital para intentar conseguir una plaza europea que eran incapaces de conseguir vía LALIGA, pero todo se acabó con aquél no-penalti sobre Erik Lamela.

La Cartuja, una oportunidad que se escapa para el Sevilla

Esta repetición de eliminaciones, reconociendo que no es ni mucho menos sencillo, duele aún más al aficionado sevillista al saber que la final de Copa se celebra en su ciudad.

Fue en 2020 cuando se firmó el acuerdo para que la final de Copa del Rey se disputase en La Cartuja de forma habitual y desde entonces el Sevilla aún no la ha pisado.

El acuerdo, que se alarga como mínimo un año más, dará una oportunidad más al Sevilla para regalarle a su afición una final en su propia ciudad, con lo que ello conllevaría (como bien saben los aficionados del Betis) en cuanto a disfrute y fiesta para un público que, a pesar de no poder quejarse de éxitos (el pasado año disfrutó de la Europa League), bien podría quedarse con la espina de no vivir una final cerquita de casa.

Este sábado será el turno de Athletic Club, un casi fijo, y del Mallorca, que vuelve a la final de Copa, y en el Sevilla, en los sevillistas, se seguirá mirando por la tele un deseo que se marca a principios de cada año.