La nueva estrategia de Ford pasa por ser una marca icónica como Porsche

-
Los americanos siguen apostando por estrategias arriesgadas
-
Ford quiere apostar por el mercado de EE.UU.
-
Ahora es Ford quien copia a los chinos: tecnología top
Ford ha tomado una serie de decisiones en los últimos tiempos que, si bien es cierto que dentro del fabricante parece que están más que justificadas, de puertas hacia fuera muchos siguen sin entender, entre otras cosas porque son decisiones que han derivado en el adiós de modelos tan importantes para la marca al menos el mercado europeo como han sido los Mondeo y Fiesta.
Es más, ya se sabe también que durante este 2025 va a decir adiós definitivamente otro de los iconos del fabricante europeo en las carreteras del viejo continente como es el Focus, dejando muy claro que el fabricante va a seguir con esta estrategia y que, como apuntado ahora su máximo responsable, tienen un nuevo plan entre ceja y ceja.
Ford quiere ser una marca que fabrique coches icónicos
Y es que no ha sido otro que Jim Farley, el máximo responsable de Ford, el que ha vuelto a dejar muy claro que “estamos saliendo del aburrido negocio de los coches y entrando en el negocio de los vehículos icónicos”, asegurando que por “aburridos” se refiere a modelos como los Mondeo, Fiesta y Focus.

Tal y como ha apuntado el CEO de la marca, su estrategia pasa por ampliar aún más su gama de modelos todoterreno, ya sean modelos todoterreno, pick-ups o SUV, modelos que en el mercado de Estados Unidos, el mercado en el que el fabricante sigue siendo toda una referencia, tienen mucho éxito y les están dando muchas alegrías desde hace ya muchas décadas.
Esta nueva estrategia pasa por convertir algunos de sus modelos en verdaderos iconos al más puro estilo Porsche, un plan que muchos ponen en duda, entre otras cosas porque de esta idea se desprende que, teniendo en cuenta que son tipos de coches que apenas se venden en Europa, el futuro del fabricante americano en las carreteras europeas pende de un hilo.