El TDAH no da tregua en verano: un experto detalla cómo evitar que estos niños y niñas se desestabilicen

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Para los menores con TDAH el verano es una liberación
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El ejercicio físico no se negocia
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Inteligencia artificial para ayudar a diagnosticar de forma precoz el TDAH en niños
El TDAH no se va de vacaciones en verano, y no solo eso, sino que el cambio de rutinas puede afectar desestabilizando a los niños y niñas con este trastorno. Por eso, es importante mantener una serie de hábitos para que estos puedan sentirse seguros y equilibrados.
Con motivo del Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, TDAH, que se celebra cada 13 de julio, en ElDesmarque hemos contado con Hilario Blasco-Fontecilla, investigador de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), para conocer de la mano de un experto cómo deben lidiar las familias con los niños y niñas con TDAH en verano.
"El TDAH es un desafío diario, pero con acompañamiento y comprensión, todo mejora", contextualiza el también director general de Emooti. Teniendo en cuenta que "el sistema educativo no está preparado para un % importante de menores con TDAH, los cuales viven el colegio como un medio estresor; el verano lo viven como una liberación".
Horarios y normas claras para autorregularse
Aunque las vacaciones de verano están para descansar, es fundamental que los niños y niñas con TDAH mantengan unas rutinas básicas, tales como "establecer horas para dormir, comer, hacer actividad física y tener momentos de calma". De esta forma, el menor es capaz de anticipar lo que va a pasar, "algo que les da seguridad".
"El deporte no se negocia"
"El deporte no se negocia con nuestros hijos… lo que se negocia es el tipo de deporte que van a hacer”, deja claro Hilario. Y es que la práctica de ejercicio físico les "ayuda a regular el exceso de energía, mejora la atención, disminuye la impulsividad y favorece un mejor estado de ánimo".
Además, el verano es ideal para "adaptar el deporte al gusto de cada menor, y no los menores al deporte", pues es una época en la que se puede hacer ejercicio físico de forma divertida: nadando, montando en bici, jugando al aire libre o participando en deportes de equipo.
La práctica de actividad física no solo regula el funcionamiento del sistema nervioso, sino que "también mejora el sueño, algo que suele verse alterado en esta población".

Nada de modificar la medicación
Pasar de las rutinas escolares a las vacaciones de verano hace que muchas familias se replanteen si deben cambiar la medicación de sus hijos e hijas con TDAH; a lo que el investigador de la UNIR sentencia que esta "no debe modificarse sin el seguimiento del profesional médico".
Si bien es cierto que las guías indican que las dosis del tratamiento farmacológico se pueden reducir, no se deben suspender al completo, y esto se debe a que en verano se dan dos factores: mayor exposición al sol que "facilita la secreción de dopamina, el neurotransmisor clave en el TDAH" y falta de colegio, que supone un ambiente estresante para la mayoría de menores con TDAH.
El motivo principal por el que Hilario incide en esta cuestión se debe a "que durante los períodos en los que no se toman el tratamiento para el TDAH, puede aumentar la mortalidad por accidentes". Y es que, cuando un niño con TDAH ve una bandera roja y no está bajo tratamiento, "puede interpretarlo como "qué divertido va a ser", siendo lo prudente que interpretase "cuidado, si me meto en el agua, lo haré con prudencia" ".
En conclusión, para que las familias con menores con TDAH disfruten del verano tienen que establecer rutinas básicas en el día a día, hacer deporte y no cambiar el tratamiento salvo se tome una" decisión individualizada en conjunto, con el profesional sanitario, padres y menor".