Julia, Joaquín y su equipo de indios suman un reto más por la discapacidad y coronan tres tresmiles en un día

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Es la primera niña con un 76% de discapacidad en conseguirlo
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Tardaron unas 9 horas en completar el reto
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Joaquín se propuso un nuevo reto, el de coronar junto con su hija con discapacidad tres tresmiles en una misma ruta. Lo ha conseguido. El pediatra que visibiliza la enfermedad de su hija corriendo y subiendo montañas con ella, ha alcanzado la cima de tres picos de tres mil metros en un solo día, acompañado de su equipo de indios.
"El año pasado ya empezamos a hacer esta serie de disparates con Julia, que coronó el Mulhacén -3.479 metros sobre el nivel del mar-. Una ruta durilla, pero bastante sencilla en comparación con lo que hemos hecho este año", nos cuenta el propio Joaquín.
Aunque puede resultar sorprendente, este nuevo reto, el de subir tres picos de tres mil metros en la misma ruta, se les ocurrió bajando el Mulhacén. Un año después, concretamente este sábado, han hecho esta ruta de "18 km aproximadamente, con unos 1.500 metros de desnivel positivo, en la que hemos coronado a Julia el Picón de Jérez, el Puntal Juntillas y el Cerro Pelado, que están en Sierra Nevada. Desde 3.088 metros hasta 3.180", explica el padre de Julia a ElDesmarque.
De esta forma, Julia se ha convertido en la primera niña con un 76% de discapacidad en subir tres picos de más de tres mil metros en una única ruta; y son cuatro tresmiles contando el Mulhacén.

Nueve horas para coronar los tres tresmiles
Julia y el equipo de indios, por las diademas de plumas con las que coronaron los tres tresmiles, salieron del refugio de Picón de Jérez sobre las 7 de la mañana y unas nueve horas más de tarde concluyeron el desafío.
"Ha sido una ruta súper chula y muy complicada. Lo que más nos ha costado, sin duda, ha sido el ascenso. En algunos sitios superábamos ampliamente el 20% de pendiente, incluso en los últimos dos km rozábamos el 30%", detalla el pediatra.
"Todo es por dar visibilidad a la discapacidad y explica que, efectivamente, la montaña nos pone a todo en el mismo sitios y con las mismas pegas. Realmente si la sociedad quiere, podemos subir los picos más altos", reflexiona el mismo.
Paradas cada cien metros
Respecto a los descansos, estos iban siendo más evidentes y necesarios a medida que iban subiendo. "En el momento en el que superamos los 2.500 metros de altitud, el tema del oxígeno hacía que el corazón se pusiera un poco a tope y teníamos que parar aproximadamente cada 100 metros o 150 como mucho".
El punto positivo de la altitud es que el calor no jugó en su contra. "Hacía un poquito de airecito y eso ha aliviado bastante el tema del sol. Julia llevaba siempre el cortavientos puesto, de forma que llevaba protecciones de barrera y que la estábamos siempre echando crema", explica Joaquín.
Para Joaquín y todo su equipo, subir estos tres tresmiles con Julia ha supuesto un desafío más para visibilizar la discapacidad, "pero en muchos casos es simplemente tener un cambiador o un parque infantil inclusivo, que los bordillos se rebajen o que traten a las personas con discapacidad como personas de pleno derecho", evidencia a modo de reflexión el propio Joaquín en una de sus últimas publicaciones de Instagram.
