El Dacia Sandero arrasa, pero tiene 4 inconvenientes a tener en cuenta

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Como todo modelo popular, el Dacia Sandero no está exento de críticas
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Estos son los cuatro aspectos importantes que merece la pena tener en cuenta antes de lanzarse a por él
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Dacia sigue haciendo del Sandero una compra maestra
El Dacia Sandero sigue imbatible en el mercado. Es uno de los coches más vendidos en Europa y tiene argumentos claros: precio bajo, diseño atractivo y mecánicas sencillas. Y en ElDesmarque te hemos hablado constantemente de todas sus bondades. No obstante, también hay algunos inconvenientes a tener en cuenta. En motor.es han Motor.es han hecho un repaso de las “4 cosas malas” a tener en cuenta.
El primero es la calidad de los materiales. Es uno de los sacrificios que hace Dacia para ofrecer precios tan bajos. En el interior abunda el plástico duro, lo que da una sensación de coche básico. Aunque ha mejorado con el tiempo, sigue siendo evidente. Además, el aislamiento acústico es limitado, por lo que se cuelan ruidos del motor, del escape e incluso del aire al circular rápido.

Cuatro puntos negativos a tener en cuenta del Dacia Sandero
Otro punto mejorable son las prestaciones. El Sandero no está pensado para correr. Su motor de 100 CV es suficiente para ciudad o trayectos tranquilos. Pero si planeas adelantar en carretera o viajar con el coche cargado, puede quedarse corto. Y si eliges la opción GLP, notarás que responde con algo más de pereza respecto a la versión de gasolina.
El tercer punto flojo es el cambio manual. El tacto de la palanca no destaca. Tiene recorridos largos y poco precisos, sobre todo al reducir marchas. Es funcional, sí, pero carece del refinamiento que ofrecen otros modelos de su segmento.

Por último, la suspensión. Es blanda, lo cual aporta comodidad en ciudad y absorbe bien los baches. Pero a cambio, el coche se balancea más de lo deseado en curvas o a altas velocidades. En carreteras con muchas curvas, se nota menos aplomo y estabilidad.
Ninguno de estos fallos es grave, ni inesperado en un coche de bajo coste. Pero conviene tenerlos claros. El Sandero sigue siendo una compra racional, pero no es perfecto.