El nuevo Skoda es, para muchos, el más bonito de la marca

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Está inspirado en el 110 R, un deportivo de dos puertas de los años 70
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Skoda ya trabaja en la edición más top del Fabia
Skoda está en un momento de inspiración. La firma checa, bajo el paraguas del grupo alemán, ha mostrado un diseño que ha sorprendido a todos. Un concept car que mezcla nostalgia y futuro con una estética que muchos ya consideran la más atractiva de su historia.
La base del proyecto es recuperar la esencia del 110 R, un deportivo compacto de los años 70 de dos puertas y reinterpretarlo con la tecnología actual. El resultado es un coche de dos puertas, proporciones muy equilibradas y un aire premium que no siempre habíamos visto en la marca.

Skoda recupera el 110 R y lo convierte en un deportivo futurista
Lo más llamativo es su configuración. Mantiene la tracción trasera y adopta un motor eléctrico colocado en el eje posterior. No es un homenaje vacío: es una apuesta moderna con toques de diseño retro, como las entradas de aire bajo las ventanillas traseras, un detalle que recuerda a la época dorada de los coupés.
El estilo ‘Modern Solid’ de la marca está muy presente. Los faros delanteros forman un conjunto en forma de boomerang, unidos a un emblema iluminado. La parte trasera sigue esa misma línea, con ópticas finas y tecnología LED. Todo integrado en un coche que busca ser eficiente y visualmente impactante.

Los diseñadores han cuidado los detalles. Las manijas de las puertas están ocultas, los retrovisores se sustituyen por cámaras y la parte frontal integra sensores en una banda negra muy discreta. Cada trazo parece pensado para combinar aerodinámica y elegancia.
Es el modelo más bonito que hemos visto en la marca sueca
Aunque Skoda no ha revelado datos técnicos concretos, está claro que hablamos de un vehículo con prestaciones muy superiores al modelo clásico en el que se inspira. Si aquel coupé de los 70 tenía 52 CV y necesitaba casi 20 segundos para alcanzar los 100 km/h, este nuevo eléctrico apunta a cifras mucho más ambiciosas.

El precio que tendría es una incógnita, pero no importa porque tampoco estará a la venta. Lo que importa es su impacto. Este prototipo demuestra que Skoda no solo quiere ser práctica y racional. Ahora busca emocionar y, de paso, ganar un nuevo público que hasta ahora miraba hacia marcas más aspiracionales. Para muchos, este es ya el Skoda más bonito jamás diseñado.