BMW se carga uno de los modelos insignia de la marca
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El X4 desaparecerá
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BMW ha cesado la producción del X4, poniendo fin a un modelo que durante dos generaciones representó una alternativa con marcado carácter deportivo dentro de la gama SUV. Tras un recorrido iniciado en 2014 y consolidado con la segunda generación en 2018, el X4 se despide sin sucesor directo con motor de combustión, cerrando así un ciclo que ha coincidido con el inicio de una profunda reestructuración en la oferta del fabricante bávaro.
Las versiones de gasolina dejaron de producirse a finales de septiembre de 2025 y solo se mantendrán algunas variantes diésel hasta el mes de noviembre, antes de su retirada definitiva. El modelo ha sido eliminado del configurador oficial y solo se comercializarán unidades ya fabricadas hasta agotar existencias. Esta decisión responde a una estrategia de racionalización de la gama, en la que BMW ha optado por reducir solapamientos entre modelos y dar prioridad a nuevas propuestas con mayor proyección.
En este sentido, el nuevo BMW X2, con un enfoque más ambicioso y un notable incremento de tamaño y tecnología, ha asumido parte del espacio que ocupaba el X4. A pesar de que el segmento de los SUV coupé sigue contando con una demanda significativa, especialmente por parte de rivales directos, el X4 no logró mantener su posición competitiva en los últimos años, lo que ha precipitado su salida.
El X4 será reemplazado por un SUV eléctrico en 2027
La desaparición del X4 conlleva una transición hacia una nueva generación de modelos eléctricos bajo la plataforma Neue Klasse. El futuro relevo ya tiene nombre: iX4. Este SUV 100 % eléctrico llegará a principios de 2027 y marcará un salto técnico y conceptual en la gama BMW. Contará con sistemas de propulsión más eficientes, mayor autonomía y un diseño completamente renovado, alineado con los nuevos principios de sostenibilidad y digitalización del grupo.
Por otro lado, BMW mantendrá en circulación durante un tiempo limitado versiones del X4 con motorizaciones diésel, como el 20d, 30d o M40d, que seguirán disponibles en concesionarios hasta agotar stock. Con esta maniobra, la marca da un paso firme hacia su transformación eléctrica, dejando atrás uno de sus SUV más representativos de la última década.