Marco Garcés, el elegido de Marián Mouriño para liderar la política de fichajes del Celta más allá del 2026
-
Ninguna de las dos partes ejecutará la opción de corte que tienen este mes de diciembre
-
Las "conversaciones" del Celta para el regreso de Brais Méndez y un plan de futuro: "Nos vendría bien"
El próximo 31 de diciembre tanto el Celta de Vigo como Marco Garcés podrían romper su vinculación. Ambas partes tienen pactado, en un contrato que se extiende durante todo el 2026, una cláusula de salida que ninguno va a activar. Marco Garcés seguirá siendo el director deportivo celeste en los próximos mercados de fichajes. Además se está negociando una ampliación de este contrato para convertir al mexicano en el arquitecto del equipo las próximas ventanas de fichajes.
Marco Garcés llegó, de la mano de Marián Mouriño, a finales del mes de diciembre de 2022 para hacerse cargo del mercado de fichajes de enero de 2023. El mexicano sustituía a Luís Campos. El anterior responsable del área deportiva celeste, firmado por Carlos Mouriño y Antonio Chaves, era despedido por su escasa implicación con el Celta. El portugués dedicaba casi todos sus esfuerzos al Paris Saint-Germain, donde ahora ejerce de director deportivo.
El mexicano ha adoptado como suya le política de cantera del Celta. Ha logrado, tras la destitución de Rafa Benítez, que los mejores talentos de A Madroa asciendan al primer equipo de la mano de Claudio Giráldez. El técnico porriñés, que lideraba el Celta Fortuna, ha cambiado por completo la cara del club.
Marco Garcés ha heredado una complicada situación económica derivada de apuestas deportivas arriesgadas que han lastrado al club. La contratación de Rafa Benítez o los fichajes de Carles Pérez, Unai Núñez, Manu Sánchez, Jonathan Bamba o Carlos Dotor han obligado al Celta a destinar buena parte de sus ingresos a pagar las fichas de un entrenador y unos futbolistas que no forman parte del primer equipo.
La estancia de Marco Garcés en Vigo ha estado marcada por la contención en el gasto, con fichajes a coste cero o jugadores cedidos, unida a la venta de futbolistas importantes como Strand Larsen o Fer López. No habrá cambios en esta política deportiva hasta que los ingresos puedan igualar a los gastos.
El Celta ha invertido en las compras de Ilaix Moriba, Borja Iglesias y Ferrán Jutglà además de Tadeo Allende, ahora cedido en el Inter Miami, y Jones El-Abdellaoui. El joven noruego, de ascendencia marroquí, sigue peleando por tener minutos en el primer equipo.
El club está muy contento con su trabajo. Consideran al mexicano como la persona ideal para seguir potenciando la cantera y gestionando los movimientos en el primer equipo para bajar el coste de la plantilla hasta los 70 millones de euros. Por su parte Marco Garcés está feliz en Vigo. Por ello ambas partes están negociando su continuidad más allá de diciembre de 2026.