Ford, ahora sí, acaba con el modelo icónico de los 90

El Ford Focus ha puesto fin a su trayectoria tras casi tres décadas de presencia continua en el mercado. La última unidad del compacto ha salido de la línea de producción de la planta de Saarlouis, en Alemania, cerrando una etapa clave para la marca del óvalo. Su despedida no solo simboliza el adiós a un coche emblemático, sino también un punto de inflexión en la estrategia industrial y comercial de Ford en Europa.

Desde su lanzamiento en 1998, el Focus representó una ruptura con el enfoque tradicional de los compactos. Su diseño, su comportamiento dinámico y su apuesta por una suspensión trasera independiente marcaron diferencias frente a la competencia. Con el paso de los años, fue evolucionando en tecnología, diseño y motorizaciones, incorporando versiones deportivas y variantes de carrocería que ampliaron su impacto en diferentes mercados. El éxito fue inmediato y sostenido: más de 16 millones de unidades vendidas en todo el mundo avalan su relevancia.

El modelo también construyó un legado en el ámbito deportivo. Su participación en el Mundial de Rallies, así como en competiciones de turismos y pruebas de alto rendimiento, contribuyó a consolidar una imagen robusta y dinámica. Versiones como el RS y el ST ganaron notoriedad entre los conductores más exigentes, mientras que sus apariciones en eventos de conducción extrema reforzaron su perfil mediático. Llama especialmente la atención cómo un compacto generalista logró mantener durante tantos años una identidad deportiva sin perder su carácter práctico.

El futuro eléctrico sustituye al referente

Con el cierre programado de la planta de Saarlouis, Ford reconfigura su red de producción europea. La fábrica de Almussafes será la encargada de ensamblar el modelo que ocupará el espacio del Focus, un crossover eléctrico que llegará a partir de 2027. La imposibilidad de adaptar el Focus actual a las futuras exigencias normativas en materia de seguridad ha sido uno de los factores determinantes para su retirada.

Cabe destacar que el Ford Focus seguía contando con un nivel de ventas significativo en algunos mercados europeos. Sin embargo, el giro hacia los SUV y la electrificación ha terminado por dejar sin sitio a un modelo que, durante casi treinta años, definió los estándares del segmento compacto. Por todo ello, su salida deja un hueco importante tanto en la oferta de Ford como en la historia reciente del automóvil europeo.